La oradora Beatriz Romero presentará su nuevo unipersonal en los espacios de la Unión de Narradores Orales Escénicos de Venezuela (Unoes), este lunes 25 de julio a las 7:30pm, en el Colegio de Médicos.
Es una obra de humor negro que lleva por nombre Cuentos de la tía María Magdalena Margarita de las Mercedes de los Milagros. La artista representará a la sobrina preferida de aquella mujer, la cual antes de morir pidió que en su funeral se contarán sus historias preferidas; fue una señora que estaba “un poco frita”.
La particular figura murió a los 106 años, no vivió una vida común y corriente. Era una persona “pana” de todo el pueblo y madrina de muchos residentes. Tenía una historia para cada uno de los cientos de viaje que realizó; sus preferidas eran las anécdotas de sus amistades, mascotas y los secretos que guardaba sobre todos los miembros del pueblo.
“Nosotros vivimos en un realismo mágico que no sabemos cómo salir de él”, comentó entre risas Romero.
La presentación se desarrolla a medida que la sobrina organiza el funeral de su tía, mientras cuenta cada uno de los recuerdos que le dejo.
Beatriz Romero estuvo más de cinco meses preparándose para narrar todos esas historias de la literatura universal, donde se relatarán las obras de Gabriel García Márquez. La dirección de la obra estuvo a cargo de Miguel Ceballos.
Dos años de experiencia en el área posee la artista, quien se unió a ese mundo luego de un proceso reflexivo en el que comprendió que escribir y contar era una de las cosas que quería hacer en su vida y no se había propuesto.
La Edad de la Impunidad fue el primer monólogo que presentó, allí habla de los eventos a los que se han enfrentado las mujeres desde los años 60, donde cambió el rol de pasiva ama de casa a luchadora en los ambientes laborales. Por otro lado, ha interpretado cantidad de cuentos infantiles, así como la historia de Barquisimeto y la tradicional visita de la Divina Pastora.
Considera que este tipo de actividades son una terapia: “Nos hemos dado cuenta que la gente necesita reírse; a pesar de que son cuentos crueles, es inevitable no hacerlo”.
Es un trabajo cuyo único fin es buscar que la gente pase un rato de entretenimiento a un precio solidario, dejando de lado los traumas políticos que se viven en la calle.
“Quiero transmitir felicidad en la sala, para que la audiencia pase un momento agradable, mientras recuerda con nostalgia esos nexos con sus familiares más cercanos, de gran personalidad que les dejaron sus anécdotas propias”.
