El día de ayer fue inaugurada la sede principal de la Red de Panaderos Artesanales del estado Lara, en el Gran Versalles Barquisimeto.
En la sede existirá un punto de distribución de insumos para cada panadero artesanal que se encuentre registrado. Fue una iniciativa realizada para unificar a los más de 2.500 artesanos que pertenecen al gremio en el estado Lara.
El acto de apertura trajo consigo una actividad convocada por la red, donde se llevó a cabo un encuentro de panaderos artesanales.
A su vez se crearon alianzas entre los panaderos y las empresas que distribuyen la materia prima. En total serán entregadas 150 toneladas de harina, 10 toneladas de margarina, 27 toneladas de manteca y 60 toneladas de azúcar industrial; a precios regulados.
Igualmente tuvieron participación instituciones relacionadas con el financiamiento, como el Banco Bicentenario, quien garantizará la inversión de los insumos y equipos necesarios para los productores.
En ese orden de ideas, el Instituto Nacional de Nutrición, dentro de la red, será el responsable de la formación de los panaderos y quien otorgue la certificación necesaria para un reconocimiento académico formal del trabajo.
“Iniciamos esta labor principalmente para dar a conocer ese talento que por muchos años se ha mantenido oculto en quienes no tenían las posibilidades de difundir su trabajo. Mucha gente desconoce que en sus comunidades existen personas preparadas y emprendedoras que están efectuando productos de excelente calidad”, expresó, Mariela Rodríguez, en representación de la almiranta Carmen Meléndez.
Implementos para el pueblo
Daisy Sánchez tiene años ejerciendo como panadera artesanal, desde hace tres años es miembro de la Cooperativa Coapan, que a la fecha tiene más de 100 miembros en su registro.
Asegura que pasaron por momentos difíciles al no conseguir la materia prima para continuar su trabajo. No obstante, Sánchez detalló que aquel pesar finalizó al momento en que se unieron a la Red de Panaderos Artesanales.
“La red a través del gobierno Nacional nos dota de implementos necesarios para los artesanos del pueblo. Eso nos permite una opción de trabajo y beneficiar a los miembros de las comunidades, al ofrecerles un producto mucho más económico que el que venden en las panaderías industriales”.