El pasado miércoles llevaron de emergencia a una pequeña de dos años para el ambulatorio de Cubiro, en el municipio Jiménez. Estaba muy decaída y presentaba un fuerte dolor abdominal.
En vista de que en dicho centro asistencial no tenía nada de insumos, fue referida para el Hospital Pastor Oropeza del Seguro Social de Barquisimeto, en donde a las pocas horas de haber ingresado falleció.
La niña fue trasladada hasta la morgue del Antonio María Pineda y se notaron hematomas en su cabeza y una vez que le hicieron la autopsia se registraron fracturas en sus costillas, además de golpes en su abdomen.
De inmediato las comisiones del Eje de Homicidios comenzaron a interrogar a Lismary Pastora Castillo Escalona (23) y Andris Yonel Torres Colmenárez (24) padres de la pequeña, quienes aseguran no haber tocado a la niña y no saber que pasó.
La madre indicó por su parte que ella se la dio al padre y el salió con ella, una vez que llegó manifestó tener fuerte dolor de abdomen, pero el sujeto nunca dijo nada.
Los especialistas no saben con qué la pudieron haber golpeado, pero entre algunas de las hipótesis se encuentra una fuerte caída y un golpe con una mano.
Lo cierto es que los padres de la pequeña no hablan nada al respecto, y en las afueras de la morgue no había familiar alguno que reclamase el cadáver de la pequeña.
Ninguno de los padres tiene antecedente alguno, pero según fuentes policiales, el sujeto que vivió en Primero de Mayo en Quíbor, no andaba en muy buenos pasos, indicaron además que se trata de una persona agresiva.
Hasta ahora los sabuesos del cuerpo detectivesco manejan el hecho como un infanticidio y ambos fueron puestos a orden del Ministerio Público.
