“Tanto que critican a la cuarta república y pretenden volver al sistema de aquel entonces”, expresó Erick Zuleta, presidente de la Federación Nacional del Transporte, en rechazo a la medida “transitoria” que se implementará con el pasaje estudiantil.
Consideró que el alto costo del software no es excusa, pues ante la pretensión de implementar un sistema biométrico, cada máquina tendría un valor superior al millón de bolívares. “Es que ellos creen que si hacen eso no van a tener que cancelarle a otra empresa para el software. Ahora nos dicen que las máquinas lectoras de las tarjetas serán patrimonio de los conductores, o sea que uno pagó 200 mil bolívares por eso y el dinero se perdió”, aseveró Zuleta.
A su criterio, no es posible que se pretenda cambiar el sistema sin consultar a estudiantes y transportistas, pues informó que las federaciones universitarias y ni la que representa ha sido tomada en cuenta por el ministro de transporte y obras públicas, Ricardo Molina, catalogando así como falsa cualquier información que se haya dado de que supuestamente fueron convocados y no asistieron.
“A Alba López de Fontur le consta, que cada vez que nos han llamado para una reunión hemos asistido, pero últimamente no lo han hecho”.
La máquina lectora de tarjetas fue una lucha de parte de ambos sectores, estudiantes y transportistas, que finalmente llegaron a un consenso y durante su funcionamiento se ha mantenido en sana paz, contrario a como fue anteriormente, con el sistema que pretende colocar durante los últimos dos meses del presente año.
De tal manera, exhortó a las instituciones correspondientes a restituir la tarjeta estudiantil y dar apertura nuevamente a los centros de recarga para permitir que los estudiantes continúen haciendo uso de las mismas.
No hay pago
“¿A qué precio piensan pagar?”, se preguntó Zuleta, pues señaló que permanecen devengando 15 bolívares por pasaje y no los 70 bolívares actuales y duda que tampoco sean los 90 bolívares que valdrá el traslado próximamente.
Cuatro meses de homologación y 11 meses de retroactivo esperan ser cancelados, por lo que dudan que el ministerio cumpla su palabra.
Dada a la situación los profesionales del volante se trasladarán el próximo lunes a la sede de Fontur para expresar su descontento y realizar sus exigencias.
