Es una ciudad maravillosa, con mucho potencial y una historia sólida, ubicada geográficamente en el centro, como punto de referencia vital para el país… Barquisimeto es una encrucijada de caminos, que merece de cuidado, identificación y mucha moral
Alrededor de 28 voluntarios junto al Ingeniero Raúl Azparren y la Profesora Yuyita de Chiossone, nos recibieron con mucho entusiasmo en el Centro de Historia Larense, un lugar lleno de arquitectura colonial y tradicional venezolana; entre grandes bibliotecas, mucho conocimiento, pasión por la cultura y un par de horas de conversación, fueron suficientes para sentir el amor que los miembros de esta fundación le tienen a la ciudad crepuscular. Comprometidos con la musealización de Barquisimeto, trabajan en la defensa del patrimonio histórico mediante programas de divulgación y campañas de concienciación a través de tecnologías modernas, promoviendo sus actividades, impulsar a la ciudad como un polo de desarrollo en la parte material, intelectual, capital humano y de forma más concreta, incentivar a todo ciudadano a preservar lo que nos pertenece. Todo empezó hace tres años, cuando notaron con más frecuencia, que el común del barquisimetano desconoce el nombre de las icónicas plazas que adornan nuestra ciudad y mucho menos, al prócer que se homenajea en ella; dicho esto, decidieron exponer sus inquietudes y buscar una posible solución, siendo el objetivo principal, emprender un camino lleno de educación y valores a los habitantes que estén dispuestos a aportar su granito de arena para hacer una mejor sociedad.
El corazón de cada ciudad es su Casco Histórico y en el nuestro, no se acataron las políticas de mantenimiento y resguarde, por lo que la Fundación Casco Histórico de Barquisimeto, decidió unir fuerzas con otras organizaciones con misiones similares y empezar a presionar a las autoridades a acatar esos decretos de preservación y a su vez, sembrar en la ciudadanía, ese pedacito de pertenencia por toda la historia que nos rodea. Actualmente, no se limitan a trabajar nada más en las áreas que conforman el patrimonio cultural, tienen una visión más amplia, rescatar el cementerio Bella Vista y el edificio del cine Rialto. “Barquisimeto merece retomar su condición de ciudad festival y cultural, demostrar la razón por la que la llaman ‘la capital musical del país’ y para eso, se necesita reconocimiento social”
¿Cómo nace la fundación?
Esta iniciativa nace a raíz del deterioro de la “casa bonita”, una estructura que tiene mucha historia para nosotros, ubicada en la esquina de la calle 24 con carrera 17, fue construida a mediados del siglo XIX, una verdadera reliquia que estuvo ligada al sector educativo, siendo sede en distintas épocas del Colegio Federal de Primera Categoría, liceo Lisandro Alvarado y el antiguo conservatorio de música. Empezamos a mirar con inquietud el deterioro del patrimonio histórico, las ordenanzas municipales de preservación y cuidado de las edificaciones no se acataban y cada vez, sentíamos que estábamos perdiendo nuestra cultura. Decidimos, en conjunto con personas que desde hace algún tiempo trabajaban en pro de la defensa del Casco Histórico como son: el escritor Francisco Cañizales Verde, quien en vida se dedicó a revitalizar la historia larense, FUNDASAB (Fundación Social Amigos de Barquisimeto), Fundación Amigos del Patrimonio Histórico y los vecinos de la zona, que han servido de mucho apoyo. ¡Tenemos el espíritu de rescatar la manzana fundacional de Barquisimeto, donde nacieron tantos líderes e intelectuales!
¿Cuál es el mejor regalo que le pueden obsequiar a la ciudad?
Una de las principales cosas que puede ofrecer este tipo de iniciativas es enamorar a todas las personas, sobre todo a la nueva generación, que el amor a la ciudad no se quede en la palabra, sino que traspase a una acción la cual ellos también pueden ser protagonistas, involucrar a más ciudadanos a reflexionar sobre este asunto de cuidado y no dejarle todo el trabajo a un pequeño grupo. Hay que multiplicar ese “amor” porque la sociedad civil tiene un papel muy importante, nuestra meta es involucrar a los jóvenes mediante las tecnologías y que colaboren con estas organizaciones. El mejor regalo es que las autoridades competentes se concentren en rescatar, resguardar con vigilancia y revitalizar el centro, también, que le devuelvan la gran Av. 20 a la ciudad, ya que antes, era la arteria comercial más importante y actualmente es un caos intransitable. Se trata de educar a todo aquel que se sienta barquisimetano, porque tenemos un propósito común… ¡construir una mejor ciudad!
¿Cómo la población barquisimetana se puede unir a esta causa?
Simplemente… ¡manifestando su interés! Cada quien ayuda a esta causa dependiendo de su ámbito y lo que sepa hacer. El Casco Histórico es la carta de presentación de toda ciudad, es su médula, aquí está involucrado el Palacio de Gobierno, el teatro Juárez, el cuartel, museo, el Consejo Municipal, los tribunales y el Poder Legislativo. Todo queda en el centro de la ciudad y pedimos que no sólo se pueda revitalizar desde el parque Ayacucho hasta la Concha Acústica, queremos que todo esté limpio e invitamos a los habitantes a unirse a la fundación, que nos contacten, porque esto es un proyecto que nos beneficia a todos.
¿Qué le cambiarían a Barquisimeto?
En realidad… tratar de cambiar la mentalidad de pasividad que ha tenido el barquisimetano, eso se logra a través de la formación ciudadana, que es una materia que fue eliminada del pensum de estudio. Lo primordial es incentivara la juventud, a que descubran el valor artístico, historial y cultural que poseemos y que poco a poco se vayan apasionando por cuidarlo, esa es la parte que tenemos que abordar, la educativa. Hemos escuchado de habitantes de pueblos rurales que no conocen ni siquiera nuestra Plaza Bolívar… ¡eso tiene que cambiar!
Barquisimeto es…
(Risas)¡Nuestra casa grande! El barquisimetano debe repensar la ciudad, desde el punto de vista ciudadano, sociológico, arquitectónico y de políticas públicas. Como ciudadanos, tenemos que darle un apoyo importante a los que investigan y hacen crónicas de la ciudad, para que se preserve la memoria histórica; una buena idea es obsequiar un álbum a la ciudad, donde los principales fotógrafos aporten una recopilación de sus obras y además, tener una hemeroteca que preserve lo que en algún momento existió, ya que gran parte de la memoria periodística no está aquí, se encuentra en Mérida y son cosas que a estas aturas, no se entienden. Esa es nuestra misión: rescatar la cultura larense.
Información: Instagram @fundacioncascohistoricobarqto
