#RevistaGala Es hora de dormir: ¡Vamos a la cama!

-

- Publicidad -

A lo largo de nuestra vida pasamos un tercio durmiendo, lo que quiere decir que cuando tengamos 60 años de edad, habremos pasado 20 años “contando ovejas” y es que esta acción es tan vital como el oxígeno para poder desarrollar nuestras funciones día a día, una persona que no duerme puede verse afectada, incluso hasta en el habla…

“La noche debería ser más larga”, “no dormí nada bien” o la infaltable “tengo sueño” son las frases  más comunes para manifestar nuestro agotamiento físico y mental cuando sentimos que no completamos un ciclo de sueño, pareciera que la noche pasa “volando” y no es precisamente porque las horas vayan más rápido sino, porque no pusimos la cabeza en la almohada a la hora que debíamos para completar, por lo menos, siete horas de relajación hasta que la alarma suene.

- Publicidad -

Esto añadido a otros factores, como la calidad de nuestro colchón, el uso correcto de la almohada y la posición en la que dormimos, podrían estar jugando en nuestra contra o a nuestro favor a la hora de conciliar el sueño, por eso es importante que apostemos por nuestra comodidad para que esta se nos devuelva en bienestar. En esta oportunidad hemos traído algunos tips y datos curiosos que te pueden ayudar a comprender más la importancia del buen dormir.

Edad/Etapa

Dependiendo de las etapas de nuestra vida y la edad en cada una de ellas, necesitaremos diferentes dosis de sueño:

- Publicidad -

De recién nacidos a infantes: 12 a 17 horas.

 

De 4 a 7 años (etapa preescolar): 10 a 13 horas.

 

De 7 a 12 años (etapa primaria): 9  a 11 horas.

De 13 a 17 años (adolescentes): 8  a 10 horas.

De 18 a 25 años (universitarios): 7 a 9 horas.

De 26 a 50 años (trabajadores): 7 a 9 horas.

De 60 años en adelante (adulto mayor): 7 a 8 horas.

Posiciones:

Dormir en la posición equivocada, no solo puede traer consecuencias como, problemas en la espalda, cuello y abdomen, sino que además, podría sacarnos unas cuantas arrugas, antes de tiempo…

La mejor

 

Dormir boca arriba, es la posición ideal para todos,  esta nos ayuda a prevenir dolores de cuello y espalda, disminuye el reflujo gracias a que nuestra cabeza se encuentra a una altura diferente a la de nuestro estómago y  anula cualquier “intento” de arruga en nuestro rostro ya que nada lo está presionando.

Dato: Se dice que las personas que duermen en esta posición son de actitud reservada. La almohada perfecta en este caso, es una que mantenga nuestra cabeza y cuello a un nivel justo, sin elevarnos demasiado.

Cómoda

Dormir de lado, es una opción menos “rígida” que reduce  o anula los ronquidos, mantiene nuestra columna estirada y si nos acomodamos del lado izquierdo ayudamos a mejorar la circulación sanguínea y también a disminuir el reflujo.

Dato: Quienes duermen de esta manera, suelen ser personas muy sociables y amigables con cualquiera. La almohada perfecta es una gruesa para que el espacio entre nuestro hombro y cuello encuentre soporte y nuestro cuerpo se mantenga en forma neutral.

Mala

Dormir en posición fetal, porque la columna se encuentra muy encorvada,  incrementan los dolores producidos por la artritis y nuestras rodillas también se mantienen dobladas durante mucho tiempo, puede afectar nuestra espina dorsal, estimula la aparición de arrugas y flacidez en senos y rostro  gracias a la presión contra la cama.

Dato: Personas con actitud distante pero que a la larga se vuelven abiertas y cercanas, suelen dormir de esta manera. La almohada que más puede ayudarnos en este caso es una gruesa al igual que en la posición anterior.

Evitar

Dormir boca abajo, porque no deja que nuestra columna encuentre una posición neutra y afecta su curvatura natural, puede generarnos dolores de cabeza, de esta manera, también se ejerce demasiada presión en las articulaciones, se pueden maltratar algunos nervios y producir hormigueo corporal o entumecimiento.

Dato: Suelen ser personas divertidas, “el alma de la fiesta”.

¿Por qué debemos dormir bien?

1-Nuestro cerebro trabaja archivando las cosas aprendidas durante el día, bajo un proceso llamado consolidación.

2-El cuerpo comienza a producir moléculas de proteínas, que ayudan a fortalecernos ante cualquier problema de salud.

3-Es el mejor remedio para combatir el estrés, la irritabilidad y la depresión.

4-La memoria a corto plazo se renueva y otorga mayor espacio para almacenar nueva información.

5-Tomar una siesta de 30 minutos  diarios, puede ayudarnos a controlar la presión arterial.

6-Y no menos importante, ¡nos mantiene deslumbrantes! Estudios han revelado que dormir bien nos hace lucir más atractivos y saludables que el resto.

¡A que no sabías!

– Después de cinco minutos de haber despertado el 50% de todo lo que soñamos, se olvida. La otra parte, se olvida después de los 10 minutos.

– Las personas ciegas de nacimiento, también pueden soñar, solo que estos se basan en sonidos, sensaciones, emociones, sabores y olores

– Los mamíferos con el sueño más corto son las jirafas, duermen 1,9 horas al día en intervalos de cinco a 10 minutos.

– Cuando los delfines duermen solo la mitad de su cerebro descansa, la otra parte se mantiene  activa para trabajar en los ciclos de respiración.

 

 

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

Infografía | ¿Cuánto cuesta un chequeo médico general en…? #18Abr

El 7 de abril de cada año se conmemora el Día Mundial de la Salud, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Venezuela, este día se recibió con un sistema de salud pública colapsado y una costosa medicina privada, lo que impide a muchos venezolanos acceder a la salud. 
- Publicidad -

Debes leer

VIDEO | Enfermedad de Chagas: Amenaza a la salud pública #24Abr

La enfermedad de Chagas es considerada una amenaza a la salud pública debido al elevado riesgo de contagio y la falta de síntomas en la forma crónica, que hace que pase desapercibido por mucho tiempo.
- Publicidad -
- Publicidad -