#RevistaGala Los chiquitos al salón: Para: papá y mamá De: la maestra

-

- Publicidad -

La educación inicial representa la bienvenida de los niños al colegio; a los dos, tres o cuatro años, es una experiencia llena de emociones tanto para ellos como los padres, quienes sufren la separación de sus pequeños al quedarse en un lugar desconocido por primera vez. Si tienes dudas de cómo normalizar la rutina escolar en los niños, este artículo ¡es para ti! Te contamos con ayuda de la profesora de educación preescolar Tania Riera, algunos datos que debes saber y puedes aplicar, para que el proceso de adaptación al finalizar las vacaciones, sea más sencillo.

Durante las vacaciones

cargar_el_22_8_2016_a_las_17_30_39

- Publicidad -

Flexibiliza la rutina

Las vacaciones son un período muy entretenido para los niños y generalmente, tienden a cambiar los horarios de sus actividades, pero… ¡no dejes que se excedan! Disfrutar el tiempo libre no significa dejar de cumplir con las tres comidas diarias y levantarse a una hora regular que les permita retomar el ritmo con facilidad. Nunca esperes que lleguen los últimos días para ajustar el sueño, ya que puede causar algunos problemas.

Asigna responsabilidades

- Publicidad -

Aprovecha los momentos de juego e incluso la comida, para hacerlos entender que deben cumplir con algunos ejercicios como guardar sus pertenencias y llevar “el tetero o el vaso del jugo a la cocina”, según sea la edad. De acuerdo a la funcionalidad de cada hogar, puedes inculcar tareas sencillas como cepillarse voluntariamente al despertar y respetar la hora del baño.

Tiempo en familia

Permite afianzar el vínculo familiar sin dejarse llevar por los artefactos tecnológicos, aprovechando hacer paseos, practicar algún deporte e incluso enseñarles el lugar donde viven. “Tan sólo conocer la Catedral de Barquisimeto o El Obelisco como símbolos de nuestra ciudad, será divertido para ellos y de seguro lo guardarán como anécdota para sus compañeros del salón”.

Planificación en equipo

En esta época es momento de comprar o buscar los útiles escolares, por eso lo mejor es hacerlo con una actitud positiva involucrando al niño. De esta manera, escoger el uniforme, el bolso o los cuadernos, generará un sentimiento de alegría “siempre que sus papás lo tengan”. Recuerda que, para bien o para mal, es muy fácil transmitir tus sentimientos a los niños.

Fin de vacaciones

cargar_el_22_8_2016_a_las_17_36_30

Llévalo el primer día a clases

No importa que día de la semana comience el año escolar, asistir planteando que serán los mejores momentos para hacer actividades, conocer la maestra y sus nuevos amigos, le permitirá ser responsables desde pequeños. “Los niños son un libro en blanco y son lo que sus padres quieren que sean”.

No entrar con el niño al salón

El salón es un espacio sagrado para los niños donde se fortalece la relación entre sus compañeros y maestras; “hay algo mágico que está en el umbral de la puerta del aula”. Los representantes que entran suelen generar cambios en el comportamiento de sus hijos;  es normal escuchar que un niño travieso en casa sea el más ordenado en el salón o viceversa.  Así que lo mejor será entrar sólo en las ocasiones que lo ameriten donde haya alguna actividad de integración. El miedo o la ansiedad de los padres juegan un papel negativo la mayoría de las veces y no se puede confundir con sobreprotección. “Dar amor nunca está mal pero si no enseñas independencia, desde pequeño habrá invasión del espacio especialmente cuando son hijos únicos o las madres están solteras”.

No contemplar el berrinche

Los primeros días suele estar presente el llanto y cuando esto pasa, lo mejor es ir conversando sobre lo bien que la pasará durante esas horas y hablarle con emoción de la maestra y sus nuevos amigos. No obstante, si no puedes evitar el momento triste e incómodo, lo mejor será dejarlos llorar en el sitio, porque “muy probablemente es resultado de la manipulación para no quedarse”. En ese momento, la maestra se acercará para intentar mediar y lograr un cambio de actitud. Sin embargo, un niño no durará más de 10 minutos gritando porque su garganta no lo permite, y más de uno, se seca las lágrimas y entra al salón cuando notan que no ha funcionado su táctica. Esta situación se puede repetir mientras transcurren los primeros dos meses de adaptación.

Anima el desayuno

Los primeros días hay que llevarles lo que más les gusta. Si el niño es tempranero, déjele desayunar en la casa y envíen una merienda para la media mañana. Es importante explicar que las meriendas no son sinónimo de “chucherías”, un chocolate no es un alimento adecuado para esta hora; es mejor una galleta con una crema de chocolate, fruta o alguna porción de torta que sea más sana. El común en los venezolanos es la comida frita junto a la bebida gaseosa y es “el peor error que se le puede hacer a un niño en proceso de crecimiento”.

Dato

cargar_el_22_8_2016_a_las_17_38_52

Hacer que los niños escuchen música, poesía o algún tipo de información que desean aprender mientras duermen, es un método efectivo de aprendizaje, porque el cerebro se mantiene activo aunque el cuerpo esté en reposo y ha sido comprobado con alumnos que logran memorizar con mayor facilidad.

Tips para las maestras

  • Hacer actividades espontáneas, involucrándose en el juego pero estableciendo el margen entre la confianza y el respeto
  • Conoce los temas de entretenimiento que están en boga
  • Aprovecha las ventajas de la tecnología para hacer tus clases multimedia
  • Fija un día a la semana donde se permita hacer una actividad especial como “día de los juguetes” o “día de las chucherías”.

 

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

VIDEO | Enfermedad de Chagas: Amenaza a la salud pública #24Abr

La enfermedad de Chagas es considerada una amenaza a la salud pública debido al elevado riesgo de contagio y la falta de síntomas en la forma crónica, que hace que pase desapercibido por mucho tiempo.
- Publicidad -
- Publicidad -