#Especial Distribución y apoyo, claves para fortalecer el cine nacional

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El cine es arte, es cultura, es entretenimiento y diversión. En Venezuela se comenzó a disfrutar de este medio hace 120 años, cuando se proyectaron las primeras creaciones nacionales en la ciudad de Maracaibo.

La industria nacional festeja la fecha, que se cumple cada 28 de enero, en medio de altibajos ocasionados por el incremento en los costos de producción y la merma de espectadores, aunque con la satisfacción de los logros alcanzados y la evolución de los creadores.

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Flora Ovalles, directora del Gabinete de Cultura del estado Lara, señaló que desde el año 2006 comenzó a registrarse un cambio en el sector con la creación de la Villa del Cine como principal productora cinematográfica, aunque eso no deja de lado la historia de la industria en el país.

“Soy amante del cine y estoy muy vinculada al hecho cultural del sector, por eso puedo afirmar que existen muchas posibilidades para su fortalecimiento gracias también a la existencia del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), Amazonia Films y la Cinemateca Nacional, que son organizaciones que trabajan a favor de su crecimiento”.

Pero, admitió que pese a la notable evolución de la industria todavía quedan muchas deudas pendientes. “El reto es hacer que el público se acerque más al cine, debemos acercarnos a la juventud, a los liceos”.

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Asegura que desde el Ministerio de Cultura se lleva a cabo, a través de la Zona Educativa de Lara, un programa de vinculación directa con las instituciones educativas.

“Además, adelantamos un trabajo en el cine comunitario en 7 de los 9 municipios, con pequeñas salas de cine y con una programación de proyección de películas en conmemoración de los 120 años del cine nacional y en alianza con diferentes instituciones como la Dirección de Cultura de la UCLA, el Cieca, entre otros organismos vinculados al sector; la idea es que el cine venezolano sea una opción para todos”.

Un artículo publicado el 5 de enero de 2017 en El Nacional web señala que en 2016 “el cine venezolano fue visto por 429.773 asistentes, lo que representa una disminución de 59,72 % con respecto a 2015, cuando las producciones nacionales atrajeron a 1,06 millones de personas”, según cifras del CNAC.

Impulsar la distribución

A propósito del Día Nacional del Cine, el dramaturgo y guionista larense, Gilberto Agüero Gómez, expresó que la industria nacional necesita mayor apoyo en la distribución de las producciones.

“Conozco los clásicos como Relatos de Rómulo Gallegos, los inicios de Román Chalbaud, la maravillosa película Araya de Margot Benacerraf, Oriana de Fina Torres”, relató con ánimo el escritor de 77 años.

“Hoy existen muy buenas producciones y muchos directores han logrado ser consecuentes gracias a la Villa del Cine que además ha dado oportunidad a los jóvenes. Lo que no existe, a mi juicio, es una buena distribución de ese cine venezolano, lo que hace que esas inversiones se pierdan”.

Hay poco espacio en las salas comerciales, dijo. Por ello, “es necesario implementar una especie de cadena de distribución de cine latinoamericano en la que se realicen intercambios con películas de otros países como Perú, Bolivia, Colombia, Argentina”.

Agüero espera que los nuevos talentos puedan hacer un cine más continuado, que no tengan que esperar mucho para hacer la siguiente película.

“La distribución es necesaria para recuperar la inversión, porque cuando las películas se hacen y se archivan, no tiene sentido. También es una lástima que el cine venezolano no tenga más público, porque se pierde el mensaje y si ese cine no se paga no puede subsistir, aquí se han hecho cosas muy buenas pero son poco difundidas, porque estamos tomados por papá Hollywood”.

Según el dramaturgo, el cine latino debe dar la lucha.

Como guionista, Agüero (quien realizó los diálogos adicionales de la película histórica El Caracazo, de Chalbaud) se encuentra a la espera de la materialización de dos proyectos: “Otro hombre”, guión inédito escrito en 2004 a propósito de un concurso de la Villa del Cine y que, aunque no obtuvo premios, es probable que sea tomado en cuenta para ser llevado a la pantalla grande; y uno llamado “Entre bachaqueros te veas” (de 180 páginas), elaborado para el director Luis Cerasa (realizador de la película La gran pelea), quien no ha conseguido los recursos para realizar ese proyecto que está inspirado en un cuento corto de Román Chalbaud llamado “Policías y familiares”.

Sobre la evolución de los temas abordados por el cine nacional, Agüero considera que siempre se ha preocupado por el estrato social. “Por ejemplo, La escalinata de César Enríquez, abordó el tema de los niños habitantes de los barrios que trabajaban como limpiabotas o vendiendo periódicos, algo que ya no existe pero se observaba en esa época.

Luego vino una fase histórica con Jericó de Luis Alberto Lamata y las películas sobre Francisco de Miranda; pero ahora en la fase más novedosa se abordan diferentes temas por lo que considero que el cine venezolano no es ni ha sido tímido al momento de plasmar historias”.

Difícil difusión

Por otro lado, Juan Luis Rodríguez, director del Cine Club Charles Chaplin, dijo que en materia de difusión independiente de películas la situación es cada vez más crítica debido al costo de los equipos y su mantenimiento, aunado a la baja asistencia del público.

Sobre el espacio que dirige relató que nació en 1976, cuando fue cerrado el cine que administraba la Gobernación. “El Cine Club del Estado, que dependía de la Dirección de Educación, fue cerrado por difundir cine de izquierda en especial el nuevo cine cubano que más bien era crítico de la situación de ese país, mi padre fue destituido, llevó su proyecto al Colegio de Abogado y la idea gustó”.

Desde el inicio, el objetivo ha sido distribuir el cine europeo que llega a través de las embajadas o la Cinemateca Nacional, circuitos no comerciales, salas artísticas y culturales.

“Comenzamos con equipos de 16mm, gustó mucho a la directiva. Luego, se adquirieron proyectores de 35mm y se comenzó a proyectar el mismo cine de las salas alternativas y artístico- culturales de Caracas, con los mismos ciclos o festivales de cine”. “En el Charles Chaplin se proyecta un cine más artístico, con fines culturales, con mensajes y valores, que deja una reflexión o hace una crítica, crea conciencia en el espectador”.

La institución participa junto a la Red Estadal de Cine en las actividades anuales para celebrar la fecha.

“Hacemos charlas, funciones, cine- foro o conferencias, antes lográbamos traer a un cineasta o director pero eso ha cambiado por la situación económica del país”.
Mientras tanto, las funciones del Cine Club se mantienen en la sede del Colegio de Abogados los días miércoles, sábado y domingo. “La idea es que la gente se motive y asista”.

Al ser consultado sobre el significado del cine en su vida, Rodríguez dijo que “es algo muy importante, está dentro de mí, desde pequeño me gusta y lo disfruto. Es el medio donde mejor me desenvuelvo”.

Sobre la industria venezolana, dijo que se desarrolla lentamente, “va creciendo pero aún le falta para alcanzar lo que se realiza en países como México o Argentina, con grandes productoras, compañías, distribuidoras, mercadeo y publicidad. Ha mejorado su calidad, su diversidad, hay más oportunidades para gente joven, hay mucho talento, guiones, historias y géneros. Pero se ha visto afectada por la crisis. Sin embargo, la idea es seguir adelante y luchar por mantenerse”.

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