“Vicente… Vicente…”, gritaba el público a todo pulmón al Rey dela Ranchera, Vicente Fernández, quien se presentó el pasado jueves en el estadio de fútbol dela Universidad SimónBolívar, recinto que recibió a más de ocho mil personas para cantar más de 30 canciones; en una atmósfera de fraternidad y arraigo que rememoró emblemáticos temas.
Fue un concierto memorable donde recorrió 45 años de carrera, con un espectáculo de tres horas. “Y si siguen aplaudiendo, yo seguiré cantando”, vociferaba el cantante vestido de charro, con pistola, y su gran sombrero.
Pero el primero de lucirse en la tarima fue “el potrillo mayor”, Vicente Fernández Jr., que con su potente voz enorgullece a su padre. Apenas se retiró, a las 9:55 p.m., inmediatamente apareció su padre, “Don Chente”, quien conmocionó el estadio. Todos se levantaron y ovacionaron al ídolo que llegó acompañado con más de 10 músicos.
Emblemático repertorio
Fernández comenzó su repertorio con el tema Borracho te Recuerdo. Al finalizar expresó: “Buenas noches Caracas del alma… Ayer escuché una frase, los artistas tienen dos altos, cuando salimos a la escena y cuando nos vamos. Ahora me los llevo en el corazón a todos ustedes… Gracias por su presencia y aplausos”.
Como es costumbre en todo sus concierto recalcó: “Mientras no dejen de aplaudir, no dejaré de cantar, así que aplaudan para que obtengan lo que pagaron”, dijo el hombre de cabellos plateados”, y siguió con el tema Que te vaya Bonito.
“Que bonito se ven los celulares prendidos. ¡Que bonita despedida!”, señaló con emoción al ver que sus fanáticos lo seguían en cada respiro. Con el vozarrón que lo caracteriza interpretó Me voy a quitar de en Medio, Lástima que seas ajena, Entre el amor y yo, El último beso, entra otras.
“¡Viva Venezuela!”, exclamó el Rey con su gañote. Luego se escuchó Millón de Primaveras, Alma Rota, Vale más un buen amor, Estos Celos, entre otros. Al escenario comenzaron a llegar flores, regalos, cartas y hasta un chinchorro, “¡que bonito!, me acordaré de ustedes cuando lo use”.
A sus 72 años la fuerza de su voz y su histrionismo es impresionante. Aseveró que era su última gira, aunque muchos no lo creen, porque piensan que todavía le queda mucho por dar al “Charro De Huentitan», quien es un verdugo en el micrófono.
Con su potrillo
El público, algunos con grandes sombreros y atuendos, cantaron con entusiasmo los temas del artista, quien nunca se retiró del escenario, sino hasta el final del show. Tomaba su vaso para consentir su garganta, y proseguía, para dejar en claro que seguirá siendo el Rey de las Rancheras.
Rememoró al trío Los Panchos con el tema Sin un Amor. Junto a sus mariachis engalanó el tema Nuestro Juramento. “Quiero agradecerles, con el corazón en el alma, el apoyo que le brindaron al mayor de mis potrillos. En estos momentos se debe estar muriendo de los nervios porque sabe que lo voy a invitar a cantar conmigo, así que demosle un buen aplauso”.
Regresó al escenario Vicente Fernández Jr. para interpretar con su padre el tema Vamos a cuidarlas Más; las pantallas mostraban la imagen de su esposa, madre de sus hijos. “¡Arriba mi padre!”, dijo Jr., a lo que respondió su progenitor satisfecho, “gracias hijo”.
El periplo musical continúo con Que raro Tiene y Acá entre Nosotros, donde sorprendió al proyectar su voz con el micrófono lo más lejos de su rostro, pero ofreciendo una nitidez inigualable. A lo que el público se puso de pie para aclamarlo, él por su parte, hizo referencias de agradecimientos.
Como punto de reflexión señaló: “La suerte llega sí la buscan, se da trabajando, y yo soy un cojonudo… Muchas veces he tocado fondo, no he alardeado con mi progreso, pero he caído fuerte. A veces con una pena en el cuerpo siempre muestro una sonrisa en el escenario y cuido mi garganta para no fallar. Pero la suerte llega si la buscas”.
Recalcó que cuando le aplaudan, “donde me encuentre, seguiré cantando”. Los asistentes enajenados pronunciaban el nombre del cantante, y se escuchó Alejate de mi. Más tarde enalteció a Venezuela con Alma Llanera, los aplausos no se hicieron esperar. ”¡Que viva Venezuela”, exclamó.
Los sentimientos se pusieron a flor de piel cuando interpretó el tema El Hombre que más te amo, que se lo dedicó a sus hijos. En la pantalla se apreció un video donde compartía con sus potrillos en diferentes etapas de sus vidas. Luego interpretó Perdón,La Tragediadel Vaquero y Mujeres Divinas. “Mujeres venezolanas, no queda otro camino que adorarlas”.
Habían pasado dos horas y apenas calentaba su voz, así lo dijo, y se extendió casi hasta la una de la mañana.
Bienvenida
A las 8:45 p.m. comenzó la gran noche con el talento nacional los Trenors, cuatro vozarrones venezolanos que engalanaron la velada durante media hora. Interpretaron O Sole Mio, Noche Triste de Alejandro Fernández y un tema de Andrea Bocelli, entre otros.
Luego llegó al escenario, a las 9:36 p.m., el mayor de los potrillos del mexicano, Vicente Fernández Jr., quien conquistó al público con su gloriosa voz. “Buenas noches Caracas, estoy muy contento de estar aquí con ustedes. Mi padre llegó aquí entre 1971 y 1972 y se dedicó a conquistar el cariño de ustedes. Ahora yo me quiero llevar un pedacito de su corazón a Guadalajara. Dios los bendiga”.
Una de las anécdotas de este concierto fue que la pantalla central se daño justo cuando el cantante quería mostrarle a su público el video de la canciónLa Tragediadel Vaquero, situación que molestó a Vicente padre, quien primero mandó apagarla, pero luego exigió que la arreglaran. No se quedó quieto hasta que proyectaron el video del tema, lo logró, y terminó la canción e hizo repetir el audiovisual varias veces.
Foto: Alejandro Hernández
