Este lunes entró en vigencia el cobro del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), reveló el Servicio Nacional de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), una de las medidas adoptadas por el presidente Nicolás Maduro bajo los poderes especiales que le concedió la Ley Habilitante.
A través de este nuevo gravamen, los sujetos pasivos considerados como contribuyentes especiales deberán cancelar 0,75% de las transacciones financieras que realicen, como: operaciones activas efectuadas por bancos y otras instituciones financieras entre ellas mismas, y que tengan plazos no inferiores a dos días hábiles bancarios; los débitos en cuenta para pagos transfronterizos; la adquisición de cheques de gerencia en efectivo, la cancelación de deudas efectuadas sin mediación del sistema financiero por el pago u otro medio de extinción; entre otras.
Asimismo, en lo referente a pagos derivados de la relación de trabajo, este impuesto señala que en aquellas cuentas bancarias abiertas para el pago de nómina de salarios, jubilaciones, pensiones y demás remuneraciones similares, bajo ninguna circunstancia los pagadores o deudores podrán trasladar el monto del impuesto que se genera por dichas transacciones al trabajador o beneficiario.