El líder opositor venezolano Henrique Capriles llegó hoy a Lima procedente de Chile para exponer la situación política de su país tras las elecciones presidenciales de abril pasado, en las que denunció un fraude electoral y en las que Nicolás Maduro asumió la Presidencia.
“Hoy representamos la voz de la mayoría de venezolanos. Nosotros no venimos a Perú a pedirle reconocimiento o desconocimiento de otros gobiernos, ni venimos a establecer un debate jurídico. Nosotros venimos a Perú, que forma parte de Unasur, para (que se cumplan) los acuerdos que han sido firmados”, declaró Capriles a los periodistas que lo esperaban en el aeropuerto.
Tras los comicios presidenciales de Venezuela el 14 de abril pasado, en los que Maduro venció a Capriles por un estrecho margen de un 1,49 %, equivalente a unos 225.000 votos, Perú convocó a los cuatro días una sesión extraordinaria en Lima de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), institución de la que tiene la presidencia pro témpore.
“Unasur acordó la auditoría. Esa auditoría nunca se hizo y el presidente Humala es el presidente pro témpore hasta el mes de septiembre de Unasur”, resaltó Capriles.
El gobernador de Miranda tiene previsto reunirse hoy con el colectivo “Amigos de Venezuela”, el expresidente peruano Alan García y con otros políticos.
Fuentes de la Presidencia peruana señalaron que el mandatario Ollanta Humala no se reunirá con Capriles porque tiene que cumplir actividades oficiales en la región sureña de Puno.
“Lamentaríamos mucho si Ollanta Humala no nos dispensa unos minutos para hablar con él, no tanto por ser presidente de Perú, sino por ser presidente de Unasur”, indicó Capriles.
El venezolano junto a la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) recurrieron al Tribunal Supremo de Justicia a principios de mayo para solicitar la impugnación de las elecciones, pero la institución aún no se pronuncia al respecto.
“Todavía a la fecha de hoy no ha sido ni siquiera admitido el recurso. Se han violado todos los lapsos legales en el tribunal. Es importante que la comunidad internacional sepa eso. No puede ser que lo que prime sea el interés económico por encima de los derechos humanos y la constitución”, precisó.
