La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tiene que enfocarse a como dé lugar en las elecciones regionales, opina el Ph.D y Mg.S en Ciencias Políticas Carlos Raúl Hernández, a su juicio, el panorama en estos momentos está color de hormiga.
-No sé hasta dónde quiere llegar el Gobierno con esta jugada. Uno puede pensar cualquier cosa al respecto pero no sabemos si efectivamente ilegalizará a los partidos, inhabilitará a la MUD y suspenderá definitivamente las regionales. En todo caso, es una posibilidad.
Hernández expone que la relegitimación de las organizaciones con fines políticos era algo que el Gobierno venía preparando porque representa otra oportunidad para descomponer la democracia.
-La oposición cometió un gravísimo error con la tarjeta única porque los partidos no concurrieron con sus símbolos a dos procesos electorales por lo cual ahora tienen encima la amenaza de desaparecer desde el punto de vista legal.
Expone el analista político que siempre se opuso a la tarjeta única precisamente por esta realidad que implica ponerse en las manos de un Gobierno en el cual no se puede confiar. No sabemos si realmente el régimen terminará por aniquilar la democracia o si se trata de un mero mecanismo de presión.
Ante este escenario Hernández lamenta mucho que la oposición haya tratado tan mal a los mediadores internacionales porque estos pudieran haber procurado cierta concertación y evitado todo este entramado de la revalidación de los partidos y sus consecuencias en las elecciones regionales.
“La oposición los pateó uno por uno y ahora está pateando hasta al Papa”.
En caso de que el Gobierno quiera ejercer presión, la oposición también terminó por alejarse del diálogo, no quiere nada.
-Si es un mecanismo de presión del Gobierno y al mismo tiempo la oposición mantiene su actitud, aquí no habrá cambios. Sobre todo cuando el CNE anuncia un proceso con unas condiciones precisamente para que los partidos no se puedan revalidar, es una trampa.
Añade el especialista que si no es un mecanismo de presión sería entonces la aniquilación definitiva de la vida democrática del país.
-La única alternativa que me parecía que existía era el interés del Santo Padre en la situación de Venezuela y el interés de los mediadores para frenar al Gobierno, pero ya esa opción no está porque nadie sabe a qué juega nuestra dirigencia política.
Indicó que la oposición no puede seguir pensando en disparates y manifestaciones sin sentido porque ya esa receta no suma voluntades, consecuencia de que la gente está desgastada ante los miles de padecimientos diarios.
-¿Qué tiene que hacer la MUD ante este panorama oscuro?
-Todo lo contrario a lo que hace ahora. Es necesario volver a apoyar las gestiones del Papa, llorarle a los mediadores internacionales para que se vuelvan a incorporar a este asunto, tratar de mediar con el Gobierno, claro, no hay ningún síntoma de que esto lo vayan a hacer.
-¿Cree que la junta reestructuradora dada a conocer por la MUD tendrá algún impacto?
-Eso para mí es un divertimento. El problema que tiene la MUD no es organizativo, el problema es que la MUD tuvo una gravísima equivocación política en el año 2016, después de obtener un triunfo apoteósico en 2015 con la Asamblea Nacional ya que luego de eso se dedicaron a equivocarse consecutivamente durante 2016, a proponer cosas imposibles como el referendo revocatorio, llevaron a la oposición a un despeñadero y desgraciadamente en lo que va de año, no pareciera que han entendido que les urge rectificar políticamente, no organizacionalmente. No se trata del G9, G4 o G85. Tienen que entender que pedir elecciones generales es tan tonto como lo fue la solicitud de revocatorio.
Hernández menciona que lo único realista, que se puede negociar, son las elecciones de gobernadores y alcaldes, lo cual es muy importante ya que sería muy grave que este año no se concrete ningún evento electoral. Eso sería el paso hacia el totalitarismo.
