Experiencia de fe, penitencia y comunión

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Ora, camina, canta, haz caridad. La Arquidiócesis de Barquisimeto llama a la feligresía a poner en marcha esos principios.

El padre Jesús Ramírez, asesor de medios, insiste en que el mejor homenaje es caminar junto a la Virgen.

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¿Por qué orar?

María intercede por sus hijos ante Dios. La oración es fundamental para los católicos. En la Biblia unos 54 versículos hacen referencia a la oración. Aquí algunos de ellos:

  • Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:16-18
  • No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7
  • Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. 1 Juan 5:14
  • Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. Romanos 12:12
  • Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Mateo 6:6
  • Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María. Hechos 1:14
  • Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración. Mateo 21:22

¿Por qué caminar?

La vida es un andar y mientras menos distraídos estemos mucho más fácil encontraremos la luz, dice el sacerdote.

Al caminar analiza tus pasos. En silencio considera la manera en que vives tu vida hoy en día.

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Para caminar con Dios obedece sus mandamientos, busca al Espíritu Santo como guía, camina junto a otros por el mismo camino, sigue caminando.

Caminar con Dios significa marchar a su lado en unidad y en fe mientras atraviesas la jornada de la vida.

El Evangelio de Lucas nos dice cómo ocurrió la encarnación del Verbo de Dios, cómo nace Jesús, de una Virgen llamada María.

Ella es la Llena de gracia, que significa, que María, la Divina Pastora está llena de Dios. No tiene pecado. (cf. Lc 1,27ss). Por eso rezamos el Ave María: “Dios te salve María, llena eres de gracia…”. -Isabel llama a María: “Bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”, (cf. Lc 1,42) es la continuación del Ave María, bendita Divina Pastora y bendito Jesús, que llevas en tus brazos y lo ofreces a todos los hombres.

-Lucas también nos narra cómo una espada le atravesará el alma a María, porque ella estará presente cuando su Hijo Jesús muere en la Cruz.

“Y a ti misma una espada te atravesará el alma, a fin de que las intenciones de los corazones salgan a la luz”. (Lc 2,34-35).

Por eso la Divina Pastora nos comprende y nos ama, ella sufre junto con sus hijos y los acompaña siempre.

La santa Virgen María, Divina Pastora de las almas, escuchaba la Palabra del Señor y la meditaba en su corazón tal como nos lo narra el Evangelista Lucas (cf. Lc 2,19).

Ella continúa escuchando a sus hijos, escuchando al pueblo de Dios para ayudarles en su peregrinar por este mundo. (Arquidiócesis de Barquisimeto-Pastoral Mariana).

Vamos a orar celebrar y obrar. Jesús nos enseñó a orar al Padre: Venga a nosotros tu reino. En el Padre Nuestro rezamos para que se cumpla día a día esta bienaventuranza. En la Eucaristía celebramos la comunión con esta oración e impulsados por ella, nos comprometemos con las labores pastorales de la Iglesia a promover el Reino en el mundo. Con el rezo del Ave María y del Rosario invocamos la intercesión maternal de María para poder vivir las bienaventuranzas y construir el Reino.

Esta Ruta de la Bienaventuranza es una invitación especial a descubrir el recorrido de la vida cristiana en medio de las diversas realidades que aparentemente serían obstáculo y prueba para promover la felicidad terrenal y celestial que Cristo nos ha revelado (Cf. Lc 6,20-23; Mt 5,3-12).

La caridad

Es paciente, es benigna; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se hincha; no es descortés, no es interesada, no se irrita, no piensa mal, no se alegra de la injusticia, se complace de la verdad; todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. I Cor 13, 4. Dios ama al que da con alegría. 2 Cor 9, 7. En la teología católica, se llaman virtudes teologales a los hábitos que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones a Dios mismo. Tradicionalmente se cuentan tres: la fe, la esperanza y la caridad.

La caridad implica que el fin de todas las acciones es el amor. En estos momentos de múltiples dificultades, producto del alto costo de la vida, escasez de alimentos y medicinas, compartir y procurar el bien del otro es sin duda muestra de amor al prójimo. Hablar de caridad es hacer referencia a ese auxilio que le brindamos a los más necesitados sin esperar nada a cambio. Es una obra de caridad la acción desinteresada a favor de un individuo desamparado. La caridad también puede entenderse como esa actitud solidaria con el sufrimiento ajeno.

Hay cientos de razones para orar

Así lo expresa el padre Ramírez, quien añade que la mejor definición de oración es encuentro, encontrarse con Dios. La oración es diálogo y comunión. Dice el catecismo que la oración es el encuentro de dos sedientos. Dios que tiene sed de que nosotros le encontremos y nosotros que tenemos sed de él.

-Orar este día de la Divina Pastora supone dialogar con Dios, unirnos a la oración de María, en realidad oramos a Dios a través de la intercesión de María. La oración es ir hablando con Dios. Eso nos lleva a la caridad, al encuentro con el hermano.

Oración real

Expone que una oración real es aquella que nos lleva al encuentro con el hermano. Si la oración solamente se basa en ese encuentro intimo con Dios sin sensibilizarse ante la realidad del hermano, no es oración.

-Es orar para amar. La procesión se inicia con un acto de oración de Macario Yépez para solventar una situación de caridad que era la enfermedad del cólera. Por eso nuestra campaña cambiar tarimas por caridad, lo que inviertes para la tarima lo puedes emplear para ayudar al hermano. María prefiere la caridad que podamos practicar en lugar de la tarima.

Orar con María para que nos lleve a Jesús es la premisa y actualmente tenemos muchas razones para orar, puntualiza el padre. Indudablemente hay cientos de razones para orar; físicas, morales, espirituales, individuales y colectivas.

Cómo es ese andar junto a María

Unos de los lemas de esta edición es #volvamosalorigen y #caminemosconella porque se trata de una procesión y no de una galería. Una procesión es caminar, venerando a una imagen que acompaña a su pueblo.

-Ese caminar con ella es fundamental. Mientras vamos caminando nos vamos uniendo a grupos de apostolados, al rezo del Rosario, a sentirnos Iglesia en oración que peregrina en la tierra. Hay situaciones personales por las que cada quien ora pero hay realidades comunes por las que todos vamos a orar. Es coincidir en la oración mientras caminamos es el propósito porque la vida es una peregrinación, tiene un inicio, un fin y en medio de eso pasan cantidad de cosas, lo más importante es hacer presente a Dios en medio de ese caminar, no solo en la procesión, sino siempre.

Caminemos con ella para ir hacia Dios. El fin es que ella nos lleva a Jesús. Si no oramos nos distraemos en muchas cosas que distorsionan el caminar. La procesión de la Divina pastora debe ser una experiencia absoluta de oración.

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