La autopista Barquisimeto-Acarigua, se ha convertido en una de las más peligrosas del país, concretamente en el sector El Jaguey, donde con frecuencia ocurren accidentes, en ocasiones con víctimas fatales.
A poca distancia de la alcabala de La Campiña y del Estadio Metropolitano, la empresa encargada de la construcción de la vía, supuestamente por falta de pago, dejó la misma, inconclusa, con un desvío que sorprende a los conductores, sobre todo en horas de la noche.
“Esto es una guillotina porque a cada rato están ocurriendo choques o vuelcos, los últimos con personas muertas o daños materiales cuantiosos”, dijo el dirigente comunal Freddy Meléndez.
En El Jaguey, la autopista tiene desvíos en ambos sentidos, los cuales sorprenden a los conductores que no la recorren con frecuencia, porque, además, ni siquiera han colocado señales de advertencia.
“Siquiera que de noche pusieran unos mechurrios para que los choferes sepan que se acaba la autopista y deben desviarse”, manifestó Meléndez.
Refirió que hace pocos días murió el conductor de un camión que venía hacia Barquisimeto procedente de Acarigua y fue sorprendido por el desvío, volcando aparatosamente hasta caer por un barranco.
También recientemente volcó un camión cargado de gallinas en el mismo lugar y varios vehículos han chocado con los muros de concreto allí colocados, algunos de los cuales han sido destrozados.
Afirmó Meléndez que, comisiones de vecinos de la zona, así como conductores, han acudido a la sede del Ministerio de Tránsito Terrestre en Barquisimeto, a exigir solución al problema, pero les argumentan que “todo depende de Caracas porque aquí no hay plata para terminar esa autopista”.
Se trata de una vía por donde circulan unos 50 mil vehículos diariamente, muchos de carga, como las gandolas que, cargadas de combustible, salen del llenadero de Corpoven en Maporal, algunos de los cuales también son sorprendidos por la finalización de la autopista y los obstáculos sin señalización alguna que allí están colocados.
“Esos muros como que los pusieron ahí pa’ que la gente se estrelle con ellos y se mate, porque de noche no tienen ni una lucecita, ni algo luminoso que advierta del peligro”, enfatizó Meléndez.
Mientras el dirigente comunal exponía su denuncia, varias gandolas estuvieron a punto de volcarse cuando sus conductores debieron desviarse intempestivamente al ser sorprendidos por la finalización de la autopista y los muros de concreto.
