En las barriadas ubicadas en la parte baja de la avenida Uruguay sólo se observa desolación: casas derrumbadas y unas cuantas destrozadas, como consecuencia de los deslizamientos de tierra que se registraron a fines del año pasado.
“Ya estamos perdiendo las esperanzas de que nos van a resolver nuestros problemas; como que se olvidaron de nosotros porque nadie viene por aquí a averiguar como sigue la situación”, dice Euclides Vargas, residente de La Ribera, cuya casa, aún cuando está en zona de riesgo, de acuerdo a técnicos en la materia, no presenta daños.
Pero advierte que el peligro para las familias que siguen en La Ribera y 13 de Abril no ha desaparecido, porque los botes de aguas servidas se han reproducido en la parte alta, y si llueve pueden producirse más deslizamientos de tierra, además de que, de la noche a la mañana, han aparecido algunos ranchos, cuyos dueños aprovecharon el retiro de los policías que habían sido apostados en la barriada.
“Nosotros esperábamos que pasara la Navidad para ver qué pensaban hacer con nosotros en enero, pero se acabó enero y no se ve nada, nadie dice nada, si nos vamos a quedar aquí o si nos vamos a otra parte. Lo único que sabemos es que hay varias familias en la Villa que perdieron sus casitas y no saben hasta cuando las van a tener allá”, agregó.
Informa que para paliar un pcoo el problema que representa la humedad provocada por las filtraciones de agua, ellos mismos cortaron algunas ramas a los árboles a fin de que la tierra recibiera los rayos del Sol y se mantenga seca.
Llamó la atención sobre dos botes de agua de grandes proporciones, uno procedente de la carrera 17 que es un verdadero río y puede ocasionar problemas a quienes aún quedan en la parte baja.
Euclides Vargas está en la misma incertidumbre que quienes fueron alojados provisionalmente en la Villa Bolivariana porque sólo saben lo que difunden los medios de comunicación.
Desde la gobernación sólo se sabe de una reunión que iba a tener la pasada semana y que, por lo visto, no se efectuó.
Allí, además de la gobernación, a través de Funrevi, estarían presentes representantes de la alcaldía de Iribarren, ministerio del Ambiente, Corpolara, ministerio de la Vivienda y Hábitat, Colegio de Ingenieros y Consejo Legislativo.
Se trata de un problema de gran magnitud que no puede ser resuelto por un sólo organismo, de allí la necesidad de acuerdos entre los gobiernos municipal, regional y nacional.
Algunos voceros han insistido en la necesidad de reubicar a todas las familias de La Ribera y 13 de Abril y construir en esos terrenos un parque, además de realizar los trabajos necesarios para recuperar la avenida Uruguay, que permanece cerrado al tránsito automotor en ambos sentidos, aunque hace pocos días fueron retirados los escombros colo cados a nivel de La Ribereña.
Los conductores, confiados, comienzan a subir la arteria vial, pero a la altura de la concha acústica deben regresarse por los obstáculos colocados por los vecinos para impedir el tránsito y llamar la atención a su problemática.