“La descarada dijo que aquí iba a estar mejor y me lo mataron”, decía Indira Hernández en las afueras de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda.
Lloraba por la muerte del mayor de sus cuatro hijos al que identificó como Jesús Baudilio Azuaje Hernández (26), quien era procesado por el delito de homicidio, hecho cometido en el 2011 en Mérida.
El joven según un informe médico padece de Diabetes tipo I y estaba recluido en el retén Glorias Patrias desde hace 4 años. Dicho centro carcelario fue sometido a una requisa y por órdenes de la Ministra Iris Valera, trasladaron a 27 reos, 17 para la Comunidad Penitenciaria Fénix en Lara y 10 para El Dorado. “Mi hijo esos días estuvo hospitalizado, estaba muy débil yo me le arrodillé a Mauri, le dije que no iba aguantar el traslado”, explicó la madre del joven haciendo referencia a las comunicaciones que tuvo con la encargada de dicho penal.
El joven fue trasladado el 5 de abril para Lara y desde que llegó fueron recluidos en el área de aislamiento, en donde deben pasar 30 días sin contacto alguno.
Según informaron los propios compañeros a la familia a Jesuito como era conocido, lo sacaron el sábado para el Hospital estaba muy descompensado, y los doctores le indicaron que el lunes debían trasladarlo en la mañana para realizarle unos exámenes y no lo llevaron.
Fue la tarde de este lunes 17 de abril que Jesuito fue sacado sin vida de Fénix. Sus compañeros hicieron bulla para que lo trasladaran a un centro asistencial y lo que hicieron los custodios fue abrir las celdas y golpear a todos los que estaban con él, relató su tía Vicenta Zambrano.
Según los mismos compañeros Jesuito tenía cinco días sin comer, ni tomar agua, al igual que todos y eso lo terminó de descompensar. Así mismo denuncian los familiares que al llegar a Lara no le aceptaron pasar su tratamiento. Aseguran las madres en medio del dolor, que en Fénix lo terminaron de matar.
