Sargento mayor asesinado iba a recibir su jubilación el lunes

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El próximo lunes Tito José Hernández Pérez iba a colgar su uniforme militar definitivamente, luego de 30 años de servicio en la Guardia Nacional Bolivariana y de alcanzar el rango de sargento mayor, era hora de retirarse, finalmente su superior firmaría su baja.

Aunque atrás iban a quedar esas rutinas estrictas, probablemente su carácter recio lo mantendría para toda la vida, “así era él, fuerte como ninguno pero con un corazón gigante” dijo Raiber, uno de sus hijos, minutos después de que le confirmaran que su padre estaba muerto.

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Una vez más la delincuencia no tuvo piedad, este viernes en la mañana, cuando Hernández estaba estacionado en la calle 56 entre carreras 18 y 19, al lado del Colegio San Pedro en el oeste de Barquisimeto, dos hombres en una moto y sujetos en un vehículo lo sometieron, le robaron la cadena de oro, la pistola personal y antes de huir le dispararon tres veces.

Hernández cayó al lado de su Van blanca, aún respiraba, los funcionarios policiales fueron advertidos del herido y al llegar al sitio uno de ellos se estremeció cuando vio que se trataba de su primo. Contó que lo ingresó a la clínica Concepción, ubicada a una cuadra del sitio del suceso.

Desde entonces comenzó a llegar una multitud de allegados al militar, compañeros, transportistas y hasta comerciantes asiáticos de la zona que cerraron sus negocios para acercarse a la clínica esperanzados en volver a ver con vida a su amigo.

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Pero eso no ocurrió, alguien informó que el sargento mayor no resistió, dejó de respirar antes de ser llevado a quirófano, y a partir de allí se desencadenó el sonido de intensos sollozos.

El hombre que eligió la gloriosa carrera de las armas en la lucha contra la delincuencia, se convirtió en una víctima más y ni siquiera pudo enfrentarlos, estaba desprevenido, conocía a la perfección esa zona, pero trascendió que los antisociales le seguían el rastro desde hace un tiempo.

El sargento mayor estaba residenciado en El Rotario, vivía con su esposa y sus hijos.

Pertenecía al Comando de Zona Nº12 y estaba asignado al Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT) frente al Domo Bolivariano.

Su hermano murió en Amuay

Hernández era de familia uniformada, dos hermanos también son funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.

Además era hermano de crianza del sargento ayudante Gilberto Arriechi Bello, quien falleció en agosto del 2012, atrapado en las llamas luego de la explosión de la Refinería de Amuay del Complejo Refinador de Paraguaná, producto de una fuga de gas.

Sueños de superación

De muy joven, Tito Hernández trabajaba vendiendo periódicos, y en ese andar, con los sueños a cuesta conoció a alguien que le ofreció la oportunidad de incorporarse a la institución castrense.

Esa historia de superación la contaba una y otra vez a todos sus hijos, nunca olvidó que alguien una vez le tendió la mano y creyó en él, por eso en su trayectoria también cultivó la bondad.

Raiber, el hijo del militar, dijo que su papá ayudaba a todos sus conocidos, “tenía amistades de todo tipo, lo conocía mucha gente, ya usted va a ver como esto se va a poner full” comentó instantes antes de dejar correr una lágrima en su rostro.

Cámaras grabaron la escena

Cámaras de seguridad de establecimientos cercanos grabaron la escena del hecho, en las imágenes se aprecia que actuaron dos hombres en una moto e iban custodiados por sujetos en un Toyota Corolla. Las autoridades ya tienen identificados a los criminales y están desplegados con la misión de capturarlos.

 

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