A Henry Ramos Allup

-

- Publicidad -

Sentí la obligación de hacerle llegar este mensaje cargado de tanta angustia que recojo de boca de toda nuestra gente.

Vomitar todas las lamentaciones productos de la crisis país sería redundar, pues simplemente es una radiografía de lo que sucede por todos los rincones polvorientos de Venezuela: desabastecimiento, inseguridad, desempleo, hambre, un colapso total de la calidad de vida de todos los ciudadanos.

- Publicidad -

Deseaba debatir precisamente la falta de respuestas políticas contundentes ante estas adversidades, las cuales se han traducido en una agenda confusa y timorata por parte de la MUD ante el minotauro que nos somete.

En enero de 2016, cuando nuestros parlamentarios recién tomaban posesión de sus cargos como legítimos representantes del pueblo, casi nadie apostaba un centavo por el gobierno de Nicolás Maduro, quien, como todos suponíamos, iba a jugárselo todo para llegar al 2017, y así fue.

La agenda del parlamento y de la MUD, que a veces parece bifurcarse, inició con un contundente mensaje que en seis meses se buscaría la salida constitucional de Nicolás Maduro; luego entramos en la encrucijada de la convocatoria de un referéndum revocatorio que parecía extemporáneo, como en posición adelantada, pero sin embargo el país respondió y quienes activamos en los distintos ámbitos políticos trabajamos, hasta donde pudimos, en esa dirección.

- Publicidad -

En ese camino de vaivenes pasamos por el desafortunado episodio del nombramiento de los rectores del CNE, el cual no pudo llevarse a cabo por la falta de quórum de diputados de la Unidad. Hasta que finalmente, este año se abordó el abandono del cargo del presidente, cuya discusión había sido engavetada a finales del año pasado en virtud de un posible diálogo entre oposición y gobierno; diálogo que el país asumió con total escepticismo, toda vez que se sospechaba no conduciría más que a regalarle oxígeno a un gobierno agónico.

Hoy, con un dejo de amargura y desesperanza me pregunto: ¿Qué ha pasado? ¿De qué ha valido constituir un parlamento con una abrumadora mayoría en una elección épica, comparable con el triunfo de David contra Goliat? ¿Cómo se digiere que el peor de los gobiernos aún dirija sin control los destinos de este país, cuando descaradamente se burla de la voluntad del pueblo, viola la Constitución y se mofa del soberano? Un gobierno de crápulas que se sostiene a punta de mentiras y trampas, y el cual se cobija bajo las enaguas de los dictadores de la sala constitucional del tremedal supremo de justicia, quienes no solo se creen los últimos y únicos intérpretes de la Constitución, sino que además pretenden reescribirla. Todo bajo la anuencia de unas fuerzas armadas corruptas como pocas, quienes se han constituido en el brazo armado del gobierno nacional para aterrorizar y perseguir a nuestros líderes y al pueblo mismo.

Entenderá, no es de gratis la angustia que se apodera de todos los venezolanos quienes añoramos el cambio; el gobierno atiza el fuego todos los días con el propósito de convertirnos así en golpistas, terroristas y desestabilizadores; es a todas luces un juego maquiavélico. Pero dicho juego no se juega solo, incluso pareciera que sobran quienes le siguen, y de hecho se prestan para poder constituir y engranar el escenario que el gobierno desea, configurando así un temible contubernio que tiene al pueblo cansado, incrédulo, confundido y frustrado.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -