La Red de Instituciones Larenses… ¡en acción! – II Congreso Integral del Café

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“Por el fomento y la preservación de la caficultura nacional…”
¡Los caficultores venezolanos tenemos con qué!
Más allá de la capacidad de la naturaleza para producir, es capacidad natural demostrada por el caficultor criollo, lograr la productividad necesaria para hacer de este cultivo una actividad rentable, autosuficiente y autosustentable.

Desde que llegó al país la semilla de café, descendiente directa de las plantas llevadas a Martinica por el coronel Gabriel Clieu desde el Jardín Botánico de París; desde que fue sembrada y cuidada por el Padre Gumilla en las márgenes del río Orinoco, aproximadamente en el año 1730, la caficultura nacional había sido representativa de una clase social próspera, porque así había logrado ser cuando, sin recursos financieros, asesoría técnica, fertilizantes, agroquímicos ni demás recursos modernos; campesinos que tenían por hábitat natural regiones inhóspitas lograron elevar al tricolor patrio cuando éramos el segundo productor de café en el mundo, en cuanto a cantidad y el primer productor en cuanto a calidad; premio que fue otorgado a la finca Cobalonga, de los Valles de Aragua, en el año 1886.

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La caficultura nacional pudo soportar la Guerra de Independencia, las Guerras Federales, a crueles dictaduras, a despiadadas guerrillas y a infinidad de montoneros liderados por asaltantes de caminos e incendiarios de caseríos, pueblos y sábanas; esclavistas comprobados por el registro de la venta de niños esclavos a la nación, y ahora son mitificados como héroes, y aún así, la caficultura subsiste a un sistema desfasado y fracasado en todas las partes del globo terráqueo donde se ha pretendido imponer.

Debe llamar a la reflexión, de quienes tratan de realizar mesas de diálogo, que, según las cifras emanadas del sindicato de la industria del café que forma parte del 85% de la cadena de producción que esta bajo la autoridad del gobierno, haya expresado, en rueda de prensa, cifras con las cuales se puede calcular que la producción de café en Venezuela ha caído, aproximadamente, en un 90%, porcentaje que, presumo, también puede ser aplicado al número de familias que eran productoras de café y al daño que se le ha ocasionado a las montañas del país, donde se encuentran las nacientes de agua dulce necesaria para la preservación de la vida.

Analizar la crisis que afecta al cultivo de esta noble cereza es muy extenso, habiendo situaciones que ya podrían ser irreversibles, es por esto que desde la Red de Instituciones Larenses se apoya solidariamente la realización del II Congreso Integral del Café, evento que también cuenta con el apoyo de: la Federación Nacional Caficultores de Venezuela, Dirección de Desarrollo Endógeno de la Gobernación del estado Lara, la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Proinlara y de la Universidad de los Andes, puesto qué, una comisión de los organizadores del Congreso viajó a la ciudad de Mérida, donde se reunió con autoridades del área forestal, farmacia, cultura, productores de café, Fundación Kioto, y especialmente con autoridades de Corpoula. No personalizo a quienes agradecemos su interés, apoyo y solidaridad por la realización de este magno evento debido al temor de omitir a alguno de ellos pero, a todos, mil gracias.

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Estamos de duelo, en estos difíciles momentos acompañamos al Dr. Marco Tulio Mendoza y a su familia, a sabiendas que no existen palabras de consuelo, pero sí… la solidaridad.

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