La Red de Instituciones Larenses… ¡en acción! – Por venir

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“Los naturales de un Estado tienen constantemente el mismo carácter. Suelen decir las personas entendidas, y no sin motivo, que quien desee saber el porvenir consulte lo pasado, porque todas las cosas del mundo en todo tiempo, se parecen a las precedentes. Esto depende de que, siendo obras de los hombres, que tienen siempre las mismas pasiones, por necesidad han de producir los mismos efectos. Verdad es que sus actos son más virtuosos. Ora en un país, ora en otro; pero esto depende a la educación dada a los pueblos y de la influencia que esta tiene en las costumbres públicas.
Lo que facilita prever lo venidero por el conocimiento de lo pasado, es observar cuán largo tiempo conserva una nación las mismas costumbres, siendo constantemente avara o pérfida o mostrando de continuo algún otro vicio o virtud…” Niccolò Macchiavelli – Obras Políticas.
Dice Villari en su obra Niccolò Macchiaveli e i sui tempi que, durante largo tiempo ha sido Nicolás Maquiavelo una esfinge cuyo enigma parecía incomprensible. Monstruo de la perfidia, según unos, y en concepto de otros, ejemplo de nobilísimo patriotismo; para aquéllos contienen sus escritos inicuos consejos encaminados a consolidar la tiranía; éstos defienden que El Príncipe (Su magna obra) no es sino una sangrienta sátira de los déspotas, hecha con el propósito de afilar los puñales contra ellos e instigar a los pueblos a la rebelión. Mientras unos ponderan el mérito literario y científico de sus obras, otros afirman que son conjuntos de doctrinas erróneas y peligrosas, capaces de corromper y arruinar a la sociedad que fuese bastante necia para aceptarlas. Hasta el nombre mismo de Maquiavelo ha llegado a ser, en lenguaje vulgar, una injuria.
Si autorizados críticos redujeron a justos límites estas aseveraciones, no por ello se ha llegado más aún, en puntos de capital importancia a cerca de Maquiavelo y sus escritos a un juicio universalmente aceptado…
Cito palabras de Nicolás Maquiavelo porque para muchos ha sido el mejor ductor en política y para otros ha sido el maestro de la manipulación lúgubre, de la infamia y creador de sistemas, métodos y procedimientos para dominar y esclavizar a las naciones; en política es obligada materia de estudio.
Venezuela se convulsiona una vez más, con resultados de procesos electorales que no son aceptados por un vasto sector de la población y que parecen incongruentes con la actual situación económica y social nacional.
Para evitar daños directos y/o colaterales que aumentarían la apremiante situación del país la ciudadanía debe optar por el camino de la paz que está determinado en el Estamento Legal nacional e internacional.
Ya agotadas las instancias jurídicas internas, perentoriamente, debemos acudir a instancias internacionales a fin de esclarecer la verdad, establecer responsabilidades y exigir las sanciones correspondientes a quienes hubiesen cometido actos delictivos de gran envergadura como los son: Crímenes de Guerra, Lesa Humanidad, genocidio, Apartheid, corrupción y/o tráfico de drogas, entre otros.
De ser cierto la existencia de estos desmanes, existen instituciones que sancionan a quienes los cometen; organismos que ejercen la justicia penal, como lo son la Corte Penal Internacional, regida por el Estatuto de Roma y la última en crearse: La Convención de Palermo.
Esas instituciones, regidas por la justicia imparcial, conforman las mejores mesas de diálogo para redimir los conflictos. «Calma y cordura”.

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