Lectura – Parque Ayacucho

-

- Publicidad -

El Parque Ayacucho ocupa un amplio espacio de cuatro manzanas y para la ciudad de los crepúsculos, Barquisimeto, ha sido siempre su mayor atracción. Su nombre le viene del territorio en el cual el gran Mariscal Antonio José de Sucre, inmediata a la ciudad del mismo nombre que fundara Francisco Pizarro, libró la batalla decisiva para la independencia total de América.

El Parque Ayacucho ha sido, pues, para los barquisimetanos un símbolo y para los visitantes un lugar de gran atractivo y natural belleza. Para los larenses en general sigue siendo un orgullo; pero lo más significativo es el gran espacio vegetal, huella organizada de la escritura que brinda la naturaleza, con la intervención paisajística del hombre, que ha brindado su ingenio al sur oeste del centro de la ciudad.

- Publicidad -

El Parque Ayacucho parece haber gozado de la preferencia de todas las autoridades municipales que han administrado la ciudad desde que se fundó. Como que todos han comprendido el fascinante atractivo que ha dispensado tanto para los citadinos como para los visitantes. Últimamente, la administración que propone una “ciudad ideal”, “una ciudad verde”, no cabe duda de los sanos propósitos que parece albergar para transformar al Barquisimeto gentil en una ciudad habitable, sin basura, limpia, con la esmerada atención cívica de los lugares públicos, sin el abandono, como a la vista de todos se observa nuestro simbólico parque.

Descuido que de ninguna manera la naturaleza vegetal resiste, porque degrada y afea la ciudad, que extraña no se haya incluido su mantenimiento en el desarrollo de los planes de la idealidad y de la verdura. Rafael, mi amigo, que nació, se formó, se educó y creció en el sector de sus alrededores, lamenta el descuido y espera confiado en que la administración municipal haga lo que se debe hacer para restablecerlo. Hay descuido en la atención a la vegetación. Su apariencia de joya brillante y limpia se ha perdido. Basta solamente con pasar por allí para comprobar que nuestro parque y todo el sector carece de atención. Sectores como el del Parque Ayacucho es una área simbólica de la ciudad.

Es sano pensar que una buena administración requiere entrega y dedicación. Que su nobleza vaya más allá de los eslogans publicitarios, que otorga a las cosas condiciones de producto, de mercadeo. Es justo que se comprenda la situación y que las buenas intenciones de la municipalidad se manifiesten y atiendan oportunamente. Las buenas imágenes de la ciudad engrandecen a sus administradores y sostienen el bello nombre de “La ciudad de los crepúsculos”.

- Publicidad -

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -