Lectura – Vacío

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Leída y releída tantas veces la relatividad física y la relatividad generalizada, encuentro que en sus capítulos se repite en diversos de ellos la concepción de Einstein del “vacío” atribuido al medio por donde la luz debe desplazarse. Son dieciséis o más veces las citas en donde asevera la necesidad del vacío para el desplazamiento de la luz. Solo en el capítulo siete de seis páginas encontramos seis citas. Reproduciremos dos de ellas, la primera cita comienza: “Difícilmente hay en física una ley más simple que la de la propagación de la luz en el espacio vacío”. La segunda cita: “La constancia de la velocidad de la luz en el vacío”. De manera general, el vacío es rechazado en todo el Universo. De modo que no existe el vacío. Sin embargo, adelantamos esta idea, si el fenómeno del vacío fuera cierto nada en el espacio podría sustentarse.
Einstein murió en 1955, antes de que la era espacial se iniciara. La era espacial reveló muchos fenómenos desconocidos, como, por ejemplo, el fenómeno del vacío.
Todas las pantallas de la televisión se llenaron de esas imágenes en las cuales se veían flotar, como plumas al viento, los fornidos cuerpos de los astronautas y de los cosmonautas. Si flotaron es porque alguna fuerza invisible del espacio los mantiene. Sin esa fuerza en el espacio, no solo los tripulantes espaciales se hubiesen precipitado sino que los cuerpos ponderables: estrellas, planetas, etc. no hubiesen podido mantenerse; no habrían cuerpos ponderables en el espacio. La Luna es un ejemplo inmediato, el Sol, con su inmenso volumen también flota. Y, la Tierra es común verla en programas científicos de la TV., con su hermoso color azul, como un globo de sueños, flotar en el espacio. Todo esto ejemplos confirman esa fuerza y niegan la existencia del vacío.
Los vuelos espaciales nos han enseñado confirmándolo que el vacío es inexistente. De igual manera esa fuerza invisible que sostiene los cuerpos ponderables llena el espacio; con sus órbitas en torno a otros cuerpos, como los cuerpos ponderables del sistema solar, cuentan con ella en la inercia de la movilización para sostenerse.
La ciencia que nos entregó sus conocimientos, muy precarios, acerca de nuestro planeta, dio un gran salto para ocuparse de la astronomía, la astrofísica, lo cósmico, pero en el Universo todavía hay tantas cosas por descubrir o por esclarecerse. Nuestro propósito fue siempre modesto; muy modesto. Pretendíamos indagar todo lo que se relacionara con la Tierra, nuestro planeta. Pero como en el Universo se mantiene una cerrada relación de la materia con la energía, hay sorpresas como esta del vacío por demás inquietante.

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