“Nada es más cruel e inhumano que una guerra. Nada es más deseable que la paz. Pero la paz tiene sus causas, es un efecto: el efecto al respeto, a los mutuos derechos” (Jorge Eliécer Gaitán)
Después del asesinato de Gaitán en 1948 arreció brutalmente la persecución contra sus partidarios que se vieron obligados a internarse en las montañas para protegerse. Desde aquel fatídico momento empezó a brotar en Colombia la raíz de las futuras guerrillas. Tras la muerte del líder liberal se desataron los más encarnizados enfrentamientos. Los autores intelectuales nunca pagaron el precio ni aparecieron. Los líderes rurales del liberalismo fueron asediados, perseguidos y muertos por los llamados pájaros o chulavitas (grupos de paramilitares que fueron creciendo, formando columnas guerrilleras por todas partes).
El primer intento de llegar a un acuerdo de paz durante los gobiernos de Laureano Gómez (1950) y del régimen militar de Rojas Pinilla (1953) fracasó porque las secuelas sociales todavía sangraban, los problemas políticos eran cada vez peores, el pueblo seguía cansado de la pésima distribución de la riqueza y abusos del poder.
La violencia desatada desde la muerte de Gaitán se agravó con el recuerdo de la represión de 1928, ejercida contra los obreros de las bananeras del Magdalena, cuya huelga se desató el 6 de Diciembre, terminando con la masacre de los obreros de parte de la empresa americana y del Estado, razón más que justificada por la que en 1929 es Gaitán quien decide unirse a los obreros, defenderlos y por la restauración moral de la República como invitara tantas veces: “Vamos a la carga pueblo” contra la casta de políticos inescrupulosos y corruptos.
Recuento de los 58 años de violencia: Con la muerte de Gaitán llegó un largo periodo de sufrimientos y de enfrentamientos; en este momento aparece Manuel Marulanda Vélez (Tirofijo) partidario de Gaitán quien después de un tiempo se constituye en el jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Época en que se multiplicaron los reclamos, se involucraron civiles a la lucha armada, aumentaron las acciones bélicas de los grupos de extrema izquierda y de extrema derecha, aparecieron los carteles de la droga y su imposición del cobro de vacuna a los grupos de narcotraficantes por el uso de la rutas, se creó el Frente Nacional, surgió el M19 que se toma el palacio de Justicia en el año 85, tanto guerrilleros como militares expandieron el negocio de la droga, asesinaron al político liberal Luis Carlos Galán, aumentaron las actividades subversivas de la FARC y el ELN, también las persecuciones, los secuestros, los homicidios, los atentados, creció el sicariato, se ocasionaron graves daños a la nación, se desviaron recursos para financiar a grupos armados ilegales, enormes fueron los escándalos políticos, muchos campesinos dejaron sus tierras por la violencia, fracasaron las negociaciones de paz del presidente Pastrana, aumentó la violencia con el paramilitarismo cuyas tropas armadas actuaban al margen de la ley con el fin de combatir a los grupos de extrema izquierda, se creó la legión de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Múltiples son los acontecimientos que envolvieron a Colombia por 58 años.
La guerra interna continúa, la paz no se ve próxima, la violencia se acentúa y no hay disposición de subversivos ni gobierno para lograr una paz verdadera cuyo objetivo principal es la dejación de las armas.
¡No más violencia! ¡No más FARC!
Última parte próxima semana.
