Recuerdo de hace unos años, una pieza publicitaria de la antigua Pdvsa, que decía “Cuidar es querer”. En aquella cuña se hacía énfasis sobre la necesidad de conservar no sólo el medio ambiente, obligación determinante sobretodo en empresas como Pdvsa, sino también la necesidad de cuidar los bienes e instrumentos de trabajo que cada quien utilice para el desempeño de su trabajo. Con ocasión de la referida cuña, oí en colegios, instituciones de diversas actividades e incluso en muchos hogares venezolanos, la repetición del eslogan que comentamos. Ya era frecuente verlo escrito por las calles y hasta los niños de entonces lo repetían, creándose conciencia entre ellos de cuidar sus libros, lápices, cuadernos, ropa, zapatos y todo lo que utilizaran. Una buena señora que desempeñaba trabajos domésticos, por cuidar tanto la escoba que usaba, duplicaba siempre el tiempo promedio de duración de ese instrumento. Ese eslogan pasó a la historia y parece que ya nadie lo practica.
Lo recordé cuando vi el sentimiento de indiferencia de muchas personas para votar en las elecciones de este domingo 15 de octubre. Gracias a Dios ese sentimiento antivoto ha venido bajando. Hoy, a cuatro días del evento electoral, el porcentaje de electores dispuestos a ir a votar es superior al sesenta por ciento (60%) Se ha hecho y se continúa haciendo un trabajo de concientización de la población que va a surtir su efecto, por eso el régimen está nervioso y desesperado. Votar es querer. Querer el medio ambiente de la nación y es querer la nación. Conservar lo que utilicemos para trabajar es querer al país. Detestar las prácticas dictatoriales y de corrupción tan elevadas en este régimen, es querer al país. Querer el castigo de quienes han entregado el país al narcotráfico, es querer al país. Y una manifestación de amor a Venezuela es votar.Votar es querer. ¿Querer a quién?: A Venezuela, sus bellezas naturales, su patrimonio, su historia, su cultura, sus tradiciones, su gente, la sencillez de su gente, sus niños sin escuela y sin alimentos ni medicinas, es querer a las madres que traen al mundo a otros venezolanos y su alumbramiento ocurre en las zonas de espera de los centros asistenciales y en las peores condiciones imaginables.
A estas alturas son ya varias las instituciones que han llamado a votar. Las universidades, los empresarios agrupados en sus respectivas cámaras, las Academias, la Conferencia Episcopal Venezolana que ha emitido un extraordinario documento cuyo contenido movió a la reflexión a la feligresía católica venezolana. Votar es querer. Estas elecciones tienen como característica la búsqueda de una solución definitiva a este insoportable estado al que nos ha llevado el régimen chavomadurista. Si hubiere una abstención muy alta y el gobierno conservara la mayoría de las gobernaciones, internacionalmente perderíamos el apoyo que hemos venido ganando. Si ganamos la mayoría de las gobernaciones, ese apoyo se acrecentaría y daríamos pasos firmes para la salida de Maduro. No dudemos, hoy votar es querer a Venezuela.
