El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, pidió hoy a Estados Unidos e Israel que respeten a su país y al resto de pueblos del mundo y advirtió de que no da importancia a las amenazas israelíes y estadounidenses de atacar Irán por su programa nuclear.
El portal de Actualidad RT reportó hoy que Ahmadineyad ha declarado que “la nación iraní no tiene miedo de sus bombas, ni de sus buques de guerra, ni de sus aviones. Estas armas no valen nada. Sus propios pueblos están cansados de ellos. El mundo necesita un cambio de raíz”, proclamó el mandatario iraní, pidiendo a EE. UU. e Israel que respeten al resto de países y colabore con ellos, en caso de que quieran seguir en la comunidad internacional.
“Dicen que tienen todas las opciones (posibilidades diplomáticas y militares de resolver el conflicto nuclear con Irán) sobre la mesa. Podéis dejar vuestras opciones sobre la mesa hasta que ellas y vosotros os pudráis juntos”, dijo el presidente iraní en un discurso televisado en la ciudad de Karaj, 35 kilómetros al oeste de Teherán.
Los gobiernos de EE UU e Israel “tienen un pensamiento congelado en la Edad de piedra que es inhumano, por lo que deben irse y dejar su lugar a gente honrada y que ofrezca un servicio”, aseveró Ahmadineyad.
“El mundo está cansado” de los gobiernos de EE UU e Israel “y sus propios pueblos también están cansados de ellos. El mundo necesita un cambio de raíz”, dijo el presidente de Irán.
Israel y EE UU han amenazado con atacar Irán para frenar su programa nuclear y Washington ha señalado que mantiene “todas las opciones sobre la mesa” -negociaciones, sanciones y ataques militares- para conseguirlo.
Diversos países, con EE UU a la cabeza, creen que el programa nuclear iraní podría tener una vertiente armamentista destinada a fabricar bombas atómicas, lo que Teherán niega y asegura que es exclusivamente civil y pacífico.
Irán ha sido sometido a sanciones internacionales por la ONU y también por la UE y EE UU debido a su programa nuclear, que Teherán ha asegurado que no abandonará, pues la legislación y los tratados internacionales le dan derecho a desarrollar la tecnología atómica con fines civiles.
