El autogol de Wilmar Castro

que “mejorará y participará en las elecciones”. Disminuyó su potencial, en la medida  en que,  en uno de los escenarios, es señalado como “un Chávez debilitado”, en contraste con la versión positiva que se venía presentando: la de un Chávez dirigiendo los asuntos públicos y batallando contra una enfermedad, tal como es mostrado en el juego de bolas criollas. El tercer escenario, el de que no haya elecciones, causa todavía un daño mayor a la campaña electoral de Chávez, porque en un mensaje de perdedor. Nadie que esté ganando suspende elecciones.
Todo esto produce desánimo en las filas del chavismo y muestra la desorientación que existe en los cuadros de dirección que no forman parte del centro dirigente. Se sabe que la alta dirección del chavismo, más arriba del comando electoral, explora escenarios diversos y estudia cuál pudiera ser la candidatura en el caso en que Chávez no pueda participar. Es un asunto que ha sido manejado en un círculo dirigente reducido y sin mayor difusión.
Por eso extraña la intervención de Castro Soteldo, precisamente  en una reunión de comandos, que tienen como tarea impulsar la campaña y no la de enfriarla. Quizás sea consecuencia de una deformación profesional, la de analista, o refleja la molestia de un sector del partido por no poder participar en las reuniones en las que se barajan los “sucesores”. Sin embargo, existen muchos indicios de que Castro Soteldo simplemente ha expresado el criterio de dirigentes del Psuv que consideran que si efectivamente Chávez está enfermo no es conveniente para el país que sea candidato. Están en desacuerdo con la nueva aspiración presidencial y estiman que por razones médicas está inhabilitado. Piensan así y han recurrido a la metáfora de “los escenarios” para hacer el planteamiento público.
En todo caso, y ya que el asunto ha sido planteado, puede ser útil una recapitulación de los verdaderos escenarios que se abren en la coyuntura actual. El primero es el de la participación de Chávez como candidato hasta el 7 de octubre. Obviamente enfermo, porque lo está. En otro escenario, Chávez no participa en razón de esta misma circunstancia. En este caso el propio Chávez seleccionaría, luego de consultas, al nuevo abanderado del Psuv.  De ser una ausencia sorpresiva, sería la dirección del Psuv la que determinaría el mecanismo de escogencia: Dirección Nacional o por primarias.
Ahora bien, Wilmar Castro ha señalado la posibilidad de un escenario adicional, al referirse a la posibilidad de la suspensión de las elecciones en el caso de que el presidente no pueda ser candidato. El planteamiento luce confuso, en la medida que no especifica si habla de diferir la fecha  o de no celebrar elecciones. Como se sabe, un nuevo presidente debe tomar posesión el 10 de enero de 2013. Si no se han realizado elecciones, quien ejerza las funciones presidenciales a partir de esta fecha estaría usurpando el poder ¿Considera Wilmar Castro que sin Chávez ningún otro candidato del Psuv puede ganar?