Muerte de Bolívar según las memorias de O’Leary

, sino que su entusiasmo se convirtió en incorporación a los libertadores de nuestro continente. De ahí la excepcional importancia que estas Memorias tienen como documento y como testimonio personal.
Los pueblos necesitan saber, mantener y tener  vivo y fresco el recuerdo de su historia. Cuando se adentran, como la patria en estos tiempos, unas de las frases de el general O’Leary fue: Las memorias de los hombres contribuyen a formar la memoria de los pueblos.
La monumental obra del general O’Leary entrega a los bolivarianos, a los historiadores y estudiosos de Bolívar en Venezuela y el mundo, el mayor repositorio de documentos coleccionados sobre la vida, pensamiento, acción y obra del gran hombre.
Las memorias completas del general O’Leary constan de treinta y dos volúmenes en la cual ahora le hablaremos sobre la muerte de bolívar.
El general O’Leary  primer Edecán del libertador, con valor, inteligencia y fidelidad singular, acompaño a Bolívar en la extraordinaria empresa de libertar naciones
Fiel y agradecido fue el general O’Leary a su jefe, hasta más allá de la muerte. Legó a la posteridad las Memorias, en las cuales resplandece el genio de Bolívar. En ella se encuentra la exaltación de los valientes y el oprobio de los cobardes; son el más grande monumento erigido por la inteligencia, el estudio y la verdad histórica a la gloria del libertador.
Otra frase de este general fue: ( La Historia es el interior representado).
El Libertador, poco antes de su muerte, según nos dice el General O’Leary, le comendo que escribiera su vida. En su destierro jamaicano en 1831, el general, con aquella su tesonera voluntad, se da con devoción bolivariana a la realización de sus propósitos y así se lo comunica a su cuñado, el General Carlos Soublette.
O’Leary expone meridianamente su plan a su ilustre corresponsal. Le dice: No hare nada sin consultar nada con V. Y Siempre fue mi ánimo someter a V.
O’Leary: Tuve la fortuna, desde el comienzo de mi carrera, de merecer de mi ilustre jefe la amistad y la confianza que de ella nace; amistad y confianza reciprocas que duraron mientras él vivió, hasta que, destrozado el corazón y bañado el rostro de lagrimas, vi bajar sus restos mortales a humilde fosa en la Catedral de Santa Marta.
El Sr Simón Bolívar. O’Leary estaba encargado de la edición de la obra de su glorioso progenitor. (la ropa sucia se lava en casa, y jamás consentiré  que una publicación, que se hace por cuenta de Venezuela, amague al libertador).  Así dijo Simón Bolívar.
Con la declaración de la independencia el 5 de julio de 1811. Venezuela es la primera que rompe definitivamente con la metrópoli. Simón Bolívar fue  la bandera de la independencia sur-americana.  Con la antigua y sencilla majestad de los historiadores latinos, O’Leary introduce al libertador en el drama de la historia. Entre los hombres ilustres que bolívar conoció en aquel tiempo, figuran en primera línea el célebre barón de Humboldt y Mr. Bompland, el primero con bolívar fue extremo atento y admiraba el calor con que sostenía la necesidad de la separación de la América española de su metrópoli.
La extraordinaria  vigencia de Bolívar está en que siempre se le puede mirar con mirada nueva nacida de la revolución y de la libertad.
El valor intrínseco trascendente de las memorias se expresa en sus treinta y dos tomos. En su parte narrativa y en su amplísimo acervo documental se registra bolívar como genio y como héroe.
Bolívar-genio amplia al mundo, proyecta sobre él las luces nuevas de su mensaje y revela al mundo la maquina operacional de su amor por la libertad y por la independencia de su patria continental.
Bolívar-héroe llena nuestro espacio vital. A los 150 años de su muerte, el libertador como el Cid batalla diariamente sin descanso ni fatiga por nuestra acechada soberanía.
Bolívar dice: tenia elevación de pensamiento, la perseverancia que fecunda los grandes designios, el valor que los lleva a cabo y aquella calidad de inquietud que pide al futuro la seguridad del presente.
Entrando al tema de la liberación de América del sur. Estallado en seguida el conflicto con el Perú, O’Leary es enviado por bolívar a Lima para ajustar una suspensión de hostilidades.
-Guayaquil, 17 de agosto de 1829- Al señor general D.F. O’Leary -mi querido O’Leary: a poco de haber salido de un  furioso ataque que he sufrido y de que me hallo todavía bastante débil, me impongo de la carta de Vd. Del 7 de julio adicionada el 8 con la noticia de la libertad de Santander. -Adiós, mi querido O’Leary, que se Vd. Feliz en su nuevo destino diplomático, y que tenga Vd, Constancia y acierto en la vindicación del honor de su mejor amigo que lo ama de corazón-Bolívar.
Esta misión de O’Leary a los Estados Unidos quedo frustrada por la muerte del libertado y sus fatales consecuencias para la integridad de Colombia, así lo dijo el General O’Leary de su muerte.