Recibido con todos los honores por un público entusiasta, el presidente estadounidense Barack Obama declaró el lunes una nueva era en las relaciones de su país con Africa basada en acuerdos entre iguales y no en una beneficencia paternalista.
La visita de Obama a Tanzania, la última etapa en una gira de una semana por el continente, le ofrece la oportunidad de reunirse con su predecesor, elogiado por sus programas de ayuda al continente. El ex presidente George W. Bush planeaba estar en la misma ciudad para asistir a una conferencia sobre mujeres africanas organizada por su instituto.
El breve encuentro entre los dos mandatarios, previsto para el martes, pone de manifiesto cómo ha evolucionado el enfoque de las relaciones estadounidenses con el continente en desarrollo desde que Bush ocupaba la Casa Blanca.
Obama elogió la financiación de Bush al tratamiento del sida durante una conferencia de prensa junto con el presidente tanzanio Jakaya Kikwete, poco después de su llegada ante el entusiasmo popular.
«Creo que este es uno de sus grandes logros», dijo Obama sobre el Plan de Emergencia para el Alivio del Sida, de Bush. «Debido al compromiso del gobierno de Bush y el pueblo estadounidense, se han salvado millones de vidas».
Obama rechazó la noción de que ha reducido el compromiso de su gobierno al programa explicando que las inversiones menores se deben a que el programa ha ganado en eficiencia para tratar más pacientes. Pero agregó que también quiere cambiar el enfoque de las relaciones de Estados Unidos con Africa.
«Estamos buscando un nuevo modelo que no se base únicamente en ayuda y asistencia, sino en comercio y asociación», dijo. Por ejemplo, afirmó que no solo quiere suministrar ayuda alimenticia sino ayudar a que los tanzanios produzcan sus propios alimentos.
«En definitiva, el objetivo para el Africa es construir un Africa para los africanos», afirmó Obama. «Y nuestra tarea es ser un socio en ese proceso».
