Juramentado José Barreras como alcalde de Palavecino

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A las 11:45 de la mañana, el alcalde José Barreras llegó al bulevar Socorro Meza de la plaza Bolívar de Cabudare, en medio de una muchedumbre emocionada que al verlo abrirse paso entre la multitud, gritaban su nombre y otras consignas como: ¡Sí se puede, sí se puede!

Instalados los concejales en su curul, se dio inicio formal a la sesión extraordinaria número uno, procediéndose a revisar las credenciales de los concejales Rafael Rodríguez Parra (AD) y Daniel Orellana (VP), quienes sin justificación no acudieron a su juramentación este miércoles en el salón de sesiones del Concejo Municipal.

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Una vez juramentados, los ediles tomaron sitio en la cámara y el presidente Leonardo Castañeda, expresó su pesar por el estado de salud del concejal Rafael Torín, quien no pudo asistir a los actos protocolares.

El presidente dio unas palabras de aliento al nuevo alcalde e invitó al pueblo palavecinense acompañar al mandatario local en su gestión, “a partir de hoy José Barreras es un empleado del municipio, por tanto, procedemos a su juramentación, instándolo a levantar la mano derecha para presentar juramento”.

La gente gritaba de emoción mientras su esposa, Francis Peláez, madre, padre, hijos y suegra, aplaudían sin cesar.

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Una vez emitida la frase lo juro, estruendosos gritos envolvieron el lugar y sólo se suspendió cuando el grupo Kantoría Cabudare, interpretó los himnos de Venezuela, Lara y Palavecino, y no los detuvo la pertinaz lluvia que emparamó a los presentes.

Palavecino para vivir

Barreras se dirigió al público expresando su gratitud empezando por su familia, que «demostró una enorme paciencia», así como el apoyo de sus seguidores quienes, a lo largo de dos años, no lo abandonaron.

En estos dos años, destacó, muchas cosas me ha mostrado Dios, a través de los niños, que en cada caminata me acompañaban, especialmente uno que me conseguí en la urbanización La Puerta, que me entregó una medallita de San Miguel Arcángel, diciéndome que me iba a proteger.

En medio de sus palabras, Barreras contó otra anécdota de un niño en la populosa comunidad de Tarabana, quien le pidió trabajo para su padre desempleado. Visiblemente emocionado, exclamó que la lucha emprendida era por el futuro, “para que muy pronto podamos tener un municipio, un estado y un país, donde nadie se acueste sin comer, donde la gente pueda adquirir un techo sin necesidad de mendigar, donde ningún hombre deba llegar a su casa con la vergüenza de no llevar el pan a sus hijos porque no tiene trabajo, donde impere la justicia social y reine la tolerancia”.

Declaró una batalla campal contra el sucio, la anarquía, “porque cuando vivimos en un ambiente deteriorado y anarquizado, nos reducimos al primitivismo, nos convertimos en salvajes y no en ciudadanos”.

Habló de la impunidad, de la injusticia casi generalizada por ausencia absoluta de instituciones incapaces de colocar orden y hacer cumplir las leyes.

El dolor fue otro de los aspectos señalados por Barreras, indicando que luchará con fuerza para erradicarlo “porque la sociedad sufre porque siente que las cosas que les están sucediendo no son justas. No es justo que yo vaya a un hospital y no pueda tener atención. No es justo que un familiar agonice porque no tenga recursos para operarlo. No es justo que el pueblo esté pasando hambre porque no tengamos con qué comprar la comida y si tenemos es porque no hay alimentos”.

Mencionó la gran cantidad de homicidios de jóvenes registradas cada fin de semana en el país sin justicia. “No es justo”, gritó Barreras con exaltación.

Al concluir, ofreció disculpas a la cámara por no haberse presentado de saco y corbata, explicando que era tiempo de trabajo y dedicación. Se despojó de la camisa que vestía para descubrir un suéter con el nuevo logo que representará su gobierno con la inscripción: Palavecino, un municipio para Vivir, despidiéndose de todos e invitándolos a esforzarse por transformar la jurisdicción.

Junto a los concejales se dirigió a la estatua pedestre del Libertador y junto a su esposa, colocó una ofrenda floral y mencionó sentidas palabras en homenaje a Simón Bolívar, para luego colocarse unos guantes de seguridad y comenzar a recoger la basura de la avenida Libertador y retirar la propaganda electoral de los postes vecinos.

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