El vivero y agropecuaria Las Margaritas, en Yaritagua, que durante 24 años ha sido aula de clases o prácticas para alumnos de Agronomía de la UCLA y la Escuela Técnica José Atanasio González, además de otras instituciones de educación superior, así como escuelas y liceos de Yaracuy y Lara, está a punto de desaparecer por una decisión, considerada como netamente política, por parte de quienes dirigen la Alcaldía del municipio Peña.
Todo yaritagüeño, joven o de avanzada edad, conoce la trayectoria del vivero de la carrera 17 con calle 6, considerado el principal pulmón verde de la ciudad, de allí que no entiende las razones de la alcaldesa y concejales de acabarlo con el argumento de requerir su terreno para construir viviendas.
“Yaritagua tiene muchos terrenos donde pueden levantarse casas o edificios de apartamentos sin necesidad de acabar con nuestro principal pulmón verde”, afirma el profesor y ambientalista Luis Pérez, preocupado por lo que está ocurriendo.
“Es lamentable que se actúe de esa manera contra una institución que ya es patrimonio de la ciudad”.
Pero más preocupado está Rafael Belmonte, quien, con su familia, lleva 24 años “echando adelante” el desarrollo de las plantaciones de plantas ornamentales y frutales entre las cuales figuran palmas, arasias, calas, antirios, orquídeas de tierra y cilates.
“Aquí tenemos no menos de 150 especies de plantas ornamentales, muchas de ellas condenadas a muerte durante su traslado a otro lugar”.
Belmonte, su familia y sus siete trabajadores, algunos de los cuales le acompañan desde hace 12, 14 y 19 años, rechazan la agresividad con la cual el lunes llegó el síndico Lucena, acompañado de algunos concejales y funcionarios policiales y de la GN para ejecutar la medida de expropiación aprobada en cámara el pasado 24 de octubre.
Mientras ellos permanecían en el interior del vivero, en el exterior lo hacían algunas personas, supuestamente afectas al oficialismo, a quienes les han prometido apartamentos en las edificaciones que allí levantarían.
Explica que hace algunos meses lo visitaron para decirle que estaban interesados en el terreno de 8.665 metros.
“Prácticamente me dijeron: o nos vende o le compramos, no tiene otra opción”, explicó.
Pero las presiones más fuertes las recibió el lunes cuando el síndico Jesús Lucena le concedió sólo cinco días para sacar todas sus matas, “o le metemos unas máquinas y tumbamos todo”.
Uno de los amigos presentes agregó que, supuestamente, el síndico le recomendó no acudir a los tribunales porque todo lo tenían ya arreglado.
-¿Le han ofrecido alguna alternativa?
-Me ofrecieron un terreno ajeno, sin documentos. También ofrecieron pagarme tres millones por todo, pero no volvieron hasta ahora cuando se presentaron con las amenazas.
La medida ha provocado reacciones adversas entre los habitantes de Yaritagua, salvo aquellos inscritos en una lista de quienes, supuestamente, serán favorecidos con las viviendas a ser construidas.
“Con esta expropiación no se llenaron los requisitos legales ni la normativa constitucional. Menos el artículo 115 de nuestra Carta Magna que garantiza el derecho a la propiedad. Además, se está utilizando a una comunidad que no tiene una información precisa de lo que ocurre, al generar la idea del atentado contra un pulmón vegetal de la ciudad”, declaró Oswaldo Pérez, dirigente comunal.
Este martes había mucho movimiento en el vivero Las Margaritas pues, ante la amenaza de “venir con las máquinas y tumbarlo todo”, se comenzó a trasladar plantas a terrenos de amigos, aunque se trata de una labor difícil en vista de la cantidad existente.
Algunos le ofrecieron camiones para hacer los traslados, pero se necesitaban más obreros para la movilización de tan grande cantidad de plantas, algunas delicadas que podrían morir durante el procedimiento.
Aunque Belmonte ha recibido recomendaciones de acudir a instancias tribunalicias para hacer valer sus derechos, no es muy optimista después de la agresividad demostrada por quienes el lunes llegaron en actitud de amenaza.
