El desabastecimiento, la escasez, el alto costo de la vida ha provocado la formación de interminables colas de amas de casa y otros compradores de alimentos y medicinas fundamentales para la vida de las personas, provocadas por las políticas de expropiaciones de fincas e industrias en plena producción, por parte del gobierno para colocarlas en manos de militantes incapaces del PSUV, que sin lugar a dudas generará una, hasta ahora, pacífica lucha de gente del pueblo y de la clase media, con consecuencias negativas, graves para el madurismo.
La discusión que ha surgido entre factores o movimientos políticos que forman parte de la Mesa de la Unidad Democrática, debe ser concebida como absolutamente normal o
legítima en un frente de partidos políticos que buscan acuerdo para participar en varias movilizaciones de calle, aún teniendo ideas e intereses discrepantes.
De allí que todos los partidos políticos de la Alternativa Democrática ya se han acordado para salir a realizar política de masas en la calle, conjuntamente con quienes iniciaron por separado el año pasado importantes movilizaciones, como Antonio Ledezma, Leopoldo López y María Corina Machado, sin agresiones entre uno y otro, porque el adversario es el gobierno.
Después de las últimas elecciones en las que la Unidad Democrática demostró haber experimentado un importante crecimiento y se perfila como el instrumento de combate
más eficaz para provocar un cambio en la dirección correcta del país, que nos permita superar la crisis económica, social y política actual y sustituir el gobernó de Nicolás
Maduro, de acuerdo a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Aunque la unidad de la oposición no haya cubierto el 100% de las organizaciones políticas y personalidades independientes, el alto porcentaje alcanzado, hasta el momento ha generado un importante cambio en la opinión de los sectores de la sociedad civil que desde hace algún tiempo buscan un cambio democrático en el país. El esfuerzo por hacer coincidir a todos los factores de un mosaico de ideologías e intereses muchos de ellos contrapuestos, tiene que ser un motivo estimulante para reducir o bajar a los límites tradicionales de los temores e incluso de la abstención de los electores, por lo que hay, para perfeccionar la Unidad, que incorporar otros sectores de la sociedad.
Y aunque éste no es el único objetivo para lograr que millones de venezolanos, preserven la unidad estamos en presencia de una política de rectificación de quienes tienen la responsabilidad de trazar un camino acertado para cambiar la actual correlación de fuerzas políticas en los próximos años. Se ha superado un escollo importante para entusiasmar a millones de venezolanos, que en anteriores jornadas de protesta democrática contra el régimen, manifestaron reservas frente a la MUD en las principales calles y avenidas de las ciudades más pobladas de país.
Si se produce una participación activa de la oposición y de la sociedad civil en general se pueden romper los obstáculos que los Poderes Públicos le han colocado a la oposición para favorecer al gobierno. No será ni ha sido la primera vez que la oposición derrota a un gobierno, si ese gobierno, como sucede con el actual, no ha satisfecho las expectativas, las esperanzas que la mayoría depositó en el Jefe del Estado que eligió.