Para recordar: “…Porque vendrán días sobre ti, que tus enemigos te cercarán con baluarte, y te pondrán cerco…y no dejarán sobre ti piedra sobre piedra; por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación” (Lucas 19:42-44).
El título de hoy, es un planteamiento muy triste; especialmente cuando pensamos en situaciones extremas de una contienda entre los habitantes de un mismo país y Dios no permita que esto ocurra en Venezuela.
El titular de la página “aporrea.com” dice: “El presidente Maduro llama al pueblo a mantenerse alerta ante planes golpista contra Venezuela” (14/02/15). Resulta inaudito que personas que manejan ciertas masas, inviten al pueblo (abierta o insinuante) a enfrentarse unos contra otros.
Sobre la situación económica, Gessen Vladimir (04/07/12) hace varias preguntas, ¿Quién controla?: Las divisas, cemento, telefonía, electricidad, aluminio, ‘acero’, ‘gas’, importaciones de alimentos, medicina, poderes, entre otros” (diariodecaracas.com) ¿Será que el 50 ó el 100 % de estos rubros no los maneja el estado venezolano? ¿Acaso no se presta a corrupción comprar barato, de los antes mencionados, para venderlos caros?
Allí es donde nos estamos “comiendo”, “desangrando” económicamente unos a otros: “Pueblo contra pueblo”. Porque surgen los aprovechadores, algunos contratan a los “profesionales de las colas”, y otros obtienen productos por la puerta trasera y luego los venden: Tres, cinco, diez, veinte veces más de lo que les cuesta; en nuestro país o en el extranjero; sean “rojos, verdes, amarillos, o azules”; y el que no era, está a punto de meterse.
Y… ¿qué será de la vida de la Superintendencia de Precios Justos? Desde esta ventana, pensamos: No se trata que el gobierno solamente coloque los precios a los productos, sino que el consumidor pague el justo precio por ellos.
Por la vía normal, aceptando que no todo el que hace una cola, es un “bachaquero”; lamentablemente, sea comerciante, “bacharquero” o necesitado, debe estar 12 ó más horas parados para comprar unos pocos y controlados artículos. Lo mismo se cumple para otros productos: Repuestos (baterías para autos), línea blanca, entre otros.
Según nuestro texto inicial, Jesús, el Hijo de Dios, refirió una profecía sobre el cerco y destrucción de Jerusalén, por parte de los romanos; algo mencionado unos mil (1000) años antes de ocurrir. Inclusive, por la mente de Jesús pasó el hecho de su muerte (también profetizado). Allí estaba anunciando a su pueblo que cuando vieran esas cosas huyeran, ya que los profetas había dicho: “Las misericordiosas manos de las mujeres cuecen a sus mismos hijos; estos les sirven de comida en el quebranto de la hija de mi pueblo” (Isaías 49:15; Lamentaciones 4:10,11 (VM)).
El Maestro, les estaba diciendo que se iban a comer literalmente entre ellos mismos. Eso ocurrió unos setenta 70 años d.C.; a pocos años de su ascensión al cielo; en la época del general Cestio Galo, Tito y apoyados por algunos dirigentes judíos. Pero, la buena notica, allí no murió ningún cristiano apercibido (Conflicto de los Siglos, cap.1).
Eso queda para nosotros como una muestra de los sucesos que ocurrirán antes del Segundo retorno de Jesús a la tierra. Pero, en Dios, siempre hay una esperanza y lo que nos hace entender que las profecías bíblicas se siguen cumpliendo, a cabalidad, en nuestro planeta.
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