Deportivo Táchira recupera la alegría

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De la mano del entrenador Daniel Farías y empujado por el defensor Wilker Ángel con su milagroso cabezazo en tiempo añadido, el Deportivo Táchira ganó la pulseada al Caracas FC, su acérrimo rival, en su propia cancha, para apuntarse un título con sabor a gloria en el torneo Clausura del balompié criollo y colocarse rumbo a la octava estrella de su historial, aunque para sellarla debe deshacerse de Trujillanos, una de sus “bestias negras”, en la gran final del campeonato.

El Carrusel Aurinegro apagó la fiesta en una tribuna del estadio Olímpico teñida de rojo, gracias a su agónico empate 2-2, con el mencionado tanto del defensor oriundo de Valera en una de las últimas jugadas del compromiso. El conjunto fronterizo estaba a 30 segundos de quedarse con las manos vacías, pero uno de sus defensores lanzó una pelota larga que Yuber Mosquera dejó picar en el área para luego cruzarla sin mirar y encontrar la frente de Ángel en un desenlace de película.

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Así las cosas, el conjunto fronterizo mantuvo el liderato de la tabla con dos puntos de ventaja (41 contra 39) sobre el club avileño, que estuvo a muy poco de la coronación.

La dramática y emocionante conquista supone para el cuadro tachirense cortar una sequía de cuatro años sin conseguir trofeos de importancia. Su última celebración había sido en 2011, cuando despachó al Zamora FC con global de 1-0 en la serie por el título de aquella temporada. Entonces, el colombiano Jorge Luis Pinto estaba en el banquillo y Edgar Pérez Greco era el encargado de anotar el tanto de la estrella.

La alegría para la parcialidad aurinegra llega dentro de un proceso largo, encabezado por Daniel Farías, quien fue nombrado DT en enero de 2013, justo después de ganar el Apertura 2012 con Anzoátegui. En el camino hubo altos y bajos, pero imperó la paciencia de una directiva que apostó a lograr objetivos en el mediano plazo. La incorporación de jugadores como Jorge “Zurdo” Rojas y el defensor argentino Javier López le dio la inyección de jerarquía y mentalidad ganadora que necesitaba una plantilla ya repleta de talento, merced de fichas como César “Maestrico” González, Yohandry Orozco y Gelmin Rivas, sin olvidar al volante barquisimetano Francisco Flores, hombre de confianza de Farías, pero que no jugó la parte final del semestre por estar lesionado.

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“El reconocimiento a estos muchachos va a ser importante, esta vez va a ser diferente para mí. Salir campeón con Anzoátegui fue mi primera vez, hicimos algo histórico, pero salir campeón con Táchira es otra cosa”, soltó el DT campeón, hermano del exseleccionador nacional César Farías y reconocido por ser un estudioso del balompié y un amante del orden táctico, en declaraciones al sitio Balonazos.com.

Pero el mandado no está hecho por completo, queda la gran final y Farías levanta la bandera de la cautela. “Debemos manejar las emociones correctamente, si pensamos que por haber ganado este título vamos lograr la estrella no va a ser así. Trujillanos es un equipo dificilísimo y debemos preparar bien la final”, cerró Farías, quien, tras la caravana de ayer en las calles de San Cristóbal, quiere retomar el trabajo lo más pronto posible para armar su plan.

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