Victoria reconfortante. Era urgente para volver a .500 y recuperar la sensación ganadora. Bastó un solo tablazo de Carlos Rivero para sentenciar, detrás de un pitcheo que sacó los outs importantes y una defensiva que no tuvo mácula. La clave de Raúl Rivero fue salir de aprietos en cada ocasión.
Del segundo al cuarto tuvo dos en bases y siempre encontró los envíos para outs clave. La mayor complicación fue en el tercero, con corredores en la antesala y la inicial. Allí apretó para ponchar a Ugueto y Hernán Pérez. Recurrió a lo mejor de su repertorio para retirar a Quiroz y Teodoro Martínez en el cuarto. El propio tirador estuvo brillante al campo. Sorprendió a un rival en el inicio, encerró a otro en el siguiente tramo, y sacó un gran out en el quinto tras un toque de Daniel Bravo. Rivero hizo lo que le corresponde a los pitchers que lideran la rotación. Cortó los reveses y mostró que está hecho para los compromisos importantes. Los cambios en el lineup se sintieron de inmediato.
Rangel Ravelo cañoneó a la derecha en el segundo y enseguida Rivero la sacó en línea por la otra banda. Cardenales había llegado al encuentro con la necesidad de alzarse frente al zurdo Vidal Nuno, uno de los mejores lanzadores del torneo.
Dorante recurrió a Tiago Da Silva una vez que Rivero entregó cuentas tras seis innings de apenas tres incogibles. Da Silva entró por Piña y con dos a bordo engañó al novato Daniel Bravo para poncharlo y le sacó un largo elevado a la izquierda a James Jones.
El piloto larense estaba consciente para apelar a todos los recursos necesarios en un compromiso crucial. Por eso no vaciló en llamar a James Hoyt para liquidar a Álex Núñez con dos fuera en el octavo. El norteamericano pareció enredarse con boleto a Quiroz, pero de inmediato apeló a su recta y su cambio para preservar el blanqueo y dominar la serie particular ante el bando aragüeño. Cardenales cerrará la primera vuelta ante un rival directo, con el cual empata en la tabla de posiciones. Buen oxígeno el adquirido en Maracay, antes de esos cuatro enfrentamientos en Maracaibo y Barquisimeto.
