Delincuentes se llevan la vida de tres inocentes

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En distintos hechos fueron asesinadas tres personas, la primera víctima en Quíbor, municipio Jiménez; la segunda en el barrio Malecón; y un tercer muchacho en el caserío El Gallo, cerca de Bobare.

A las 8:00 de la noche del sábado, José Gregorio Sandía (22), estudiante del quinto semestre de ingeniería mecánica de la Unexpo, salió de su casa en el sector Los Libertadores, en Quíbor. Fue a los Carnavales y a las 11:30 su novia le pidió que la buscara. Él cargaba una moto de ella. Cuando iba por el sector El Hato unos delincuentes lo interceptaron y lo despojaron de la moto y de la vida.

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José Sandía contó que ese era su único hijo, su todo. “Esto es culpa de los padres que no saben criar a sus hijos y nuestra sociedad se ha ido descomponiendo”, exclamaba Sandía, al tiempo que lloraba la pérdida de su hijo, quien era un joven con un futuro prometedor y de excelentes calificaciones.

Lo mató su tío

El segundo hecho fue a la 1:00 de la mañana de ayer, cuando Luis Enrique Pérez Ereú (20), compartía en la carrera 32 entre calles 30 y 31 en el barrio El Malecón con unas tías. A una de ellas le dio ganas de ir al baño y como no le abrían la puerta comenzó a darle patadas; Martín Antonio Uranga Ereú (42) enfurecido porque lo despertaron abrió la puerta y comenzó a discutir y hasta golpeó a su hermana.

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Pérez Ereú se metió a defender a su tía, pero su tío, quien es carnicero, agarró un cuchillo y le dio directo al corazón. El joven cayó malherido, fue auxiliado pero murió, mientras su presunto criminal una vez que limpió la escena del crimen escapó del lugar.

La víctima fatal era el tercero de cuatro hermanos, trabajaba como ayudante de cisternas y residía en el sector 2 de la Ruezga Norte.

No le llevaron nada

José Alejandro Cordero Guarecuco (21) se levantó a las 8:00 de la mañana de ayer. Su esposa le hizo desayuno. El joven estaba en el caserío El Gallo, ubicado a 40 minutos de Bobare. Una vez que terminó convidó a su primito de 12 años para ir a buscar una yegua a la hacienda de su papá y traerla a comer pasto a la casa. Además se llevó a su pequeño hijo de 2 años y uno de 8 meses.

Se fueron todos sobre una moto. Al llegar se bajó y abrió el portón, vio venir a un sujeto encapuchado con un arma en la mano y le dijo: “No me hagas nada, toma la moto, llévatela, yo soy padre de dos niños”.

El criminal le respondió que se callara y se tirara al piso, y ordenó al pequeño de 12 años que se llevara a los niños con su mamá. El niño cargó al de 8 meses y llevaba de la mano al otro pequeño cuando escucharon un disparó y al regresar para ver qué pasaba encontraron a Cordero Guarecuco sin vida, con un disparo en el cuello.

Nadie entiende que pasó, su tía, Ana Guarecuco, comenta que la víctima fatal era un muchacho trabajador y próspero, se ganaba la vida cultivando piña. Sabe que existe mucho azote que le tiene envidia por ello. Cree que esa sea la causa de su muerte.

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