En Venezuela, la situación política, económica, y social ha tenido gran repercusión en los radicales cambios de comportamiento masivo. La sociedad venezolana, atraviesa una coyuntura en donde los índices de comodidad han disminuido y la vida digna cada vez está más desplazada; las condiciones inhumanas en el ámbito de la alimentación y la salud conllevan al desespero y deterioro emocional de la población.
La búsqueda acelerada de bienestar social dentro de un contexto, en donde es pertinente desarrollar capacidades y crea mecanismos para subsistir, puede generar emociones negativas motivo de aspiraciones no satisfechas o resultados no deseados, creando confusión, frustración, agresividad, y malestar colectivo.
En este sentido, la socióloga y coordinadora por el estado Lara de la ONG,“Transparencia Venezuela”, Yonaide Sánchez, explica que la posibilidad de proyección y aspiración de progreso de los venezolanos se ha debilitado en los últimos años por las dificultades del entorno, sin embargo considera que aun con las difíciles condiciones del país, la superación es un deseo latente en la sociedad.
Por otra parte, recomienda visibilizar y crear conciencia de lo que está pasando para posteriormente agruparse, vincularse con otros, y de esta forma enfrentar la crisis sin renunciar a los derechos fundamentales.