Yefrain Román Ibarra Briceño, de 21 años, tenía un año trabajando como despachador de Lácteos los Andes en la Zona Industrial I, su vida era una rutina comentan sus familiares, por lo que no entienden porque delincuentes le arrebataron la vida a las 7:30 de la noche del miércoles, en la calle 3 de Colinas de la Lucha, en la parroquia Juan de Villegas, al oeste de la ciudad.
Ibarra Briceño, se levantaba todos los días a las 4 de la mañana para ir a su trabajo. Salía a las 2 de la tarde y se iba para el gimnasio. Cuando terminaba de entrenar regresaba a su casa donde vivía con su abuela, así describió su rutina Eucatherin Briceño, prima del joven fallecido. Indica que era una persona que se la pasaba trabajando, nunca había estado detenido, ni muchos menos tener problemas con personas.
Salió a la bodega
Zulay Briceño comenta que su sobrino estaba en la casa y la abuela lo mandó a la bodega a comprar una perrarina para darle de comer a su perrito. Ibarra Briceño se fue en compañía de su sobrino de 14 años de edad, caminaron dos cuadras, compraron en la bodega y al regresar en la esquina de la casa fueron interceptados por cuatro sujetos armados.
La zona es bastante oscura y sola. Cúales palabras usaron los delincuentes, se desconocen, lo cierto es que uno de ellos levantó su arma y disparó en repetidas oportunidades contra el trabajador de Lácteos los Andes.
El pequeño de 14 años al ver que disparaban en contra de su tío salió corriendo para refugiarse y los delincuentes además de arrebatarle la vida al joven, lo despojaron del dinero que cargaba. Una vez cometido el hecho delictivo corrieron, logrando escapar.
La prima de la víctima relata que ella escuchó al menos ocho disparos y al salir vieron a Ibarra Briceño tirado en el pavimento. La joven corrió para socorrerlo. “Él estaba vivo cuando lo ví, movía la manos” exclama la prima quien contó que los vecinos ayudaron a cargarlo y montarlo en el carro de un amigo hasta el ambulatorio de La Carucieña, pero falleció en el camino y fue ingresado sin signos vitales. Cinco disparos en el rostro recibió la víctima fatal quien era el mayor de cuatro hermanos. Producto del hecho sangriento, su sobrino de 14 años y único testigo quedó en shock y hasta la mañana de ayer no había pronunciado palabra alguna.
Funcionarios del Eje de Homicidios comenzaron con la investigación del caso no descartan móvil alguno.