La reciente juramentación del tren ejecutivo del presidente Nicolás Maduro, incluyó la ratificación en sus cargos de dieciocho ministros venezolanos, lo cual ha sido calificado como la “ratificación de los mismos errores”.
Entre los revalidados en sus puestos se encuentran: Willmar Castro Soteldo en el Ministerio para Producción Agricultura y Tierras, Rodolfo Marco Torres en el Ministerio de Alimentación y Jesús Farías en el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera.
Al respecto fue consultado el empresario larense y director ejecutivo de la Cámara de Industriales de Lara, Luis Marín, quien señaló que no existen muchas expectativas al respecto, ya que primó la política sobre los cambios.
“Básicamente no existe cambio en la política general”, comentó el gremialista, quien sostuvo que el 2016 fue un año “sumamente difícil” para la industria, situación que podría repetirse con los mismos personajes y políticas económicas.
-Aun cuando el Gobierno protege la industria de alimentos, la favorece en algunos casos con materias primas, tuvimos momentos muy críticos… El pasado año fue uno de los peores desempeños y sin contar con cifras oficiales del Banco Central de Venezuela, me atrevo a decir que de nuevo registramos una caída en el Producto Interno Bruto. La industria en general sigue en franco deterioro.
Acotó que si los nuevos ministros y los ratificados continúan con los mismos lineamientos, no habrá mejora alguna para el desempeño económico de 2017.
Un vuelco de los ministros
Marín señaló que para que haya una recuperación económica, los ministros recién designados y ratificados deben dar un vuelco a las políticas del gobierno.
En materia económica, indicó que lo primordial es garantizar a la industria en general el acceso a materias primas, nacionales e importadas.
Detalló que en el caso de las nacionales, se debe revisar y evaluar el escenario de las industrias básicas del oriente del país y reactivar su producción para abastecer así al sector. Para esto, el industrial no descartó políticas como la devolución a sus antiguos dueños o privatización de las empresas, con tal y se implementen esquemas que active y aumenten la producción básica, que hoy por hoy registra sus mínimos históricos. En cuanto a las materias importadas, será preciso accionar la unificación cambiaria y libre acceso a divisas.
Dar el justo valor a lo agrícola
El directivo de la Cámara Industrial de Lara destacó la necesidad de reactivar el campo.
-Se debe reconocer el justo valor de los rubros de producción agrícola en el país, porque también son fuentes de materia prima importante para la industria.
Destacó casos como el maíz blanco, cuya merma productiva por razones como el precio controlado, también disminuye la producción industrial de artículos como la harina de maíz precocida. A pesar de que la petición del sector era aproximadamente de Bs. 240 el gobierno sólo reconoció Bs. 200, lo que elimina la rentabilidad de la producción y pone en aún más riesgo la producción del venidero ciclo. En consecuencia, también se afecta la industria y los anaqueles.
Recordó que el control de precios que pesa sobre la industria también es otra política que debe ser corregida. En este sentido, apuntó que las cifras propuestas por los sectores nacionales son inferiores a las que marcan los productos importados.
Flexibilización de la exportación
Respecto a la política de flexibilización para operaciones de exportación, promovida y dirigida por el ministro ratificado en el gabinete de comercio exterior e inversiones extranjeras, Jesús Farías, señaló que si bien los cambios promovidos en el sector son positivos, pareciera que se trata de medidas coyunturales que buscan generar divisas ante las limitaciones del mercado petrolero internacional.
Marín, subrayó que primeramente se tendrían que promover políticas que permitan abastecer el mercado local. “De no haber autoabastecimiento, mal haríamos en priorizar la exportación para obtener algunas divisas”.
Asimismo, apuntó que, a pesar de múltiples facilidades implementadas recientemente para el proceso de exportación, este sigue siendo burocrático Marín sostiene que son múltiples los cambios a realizar. No obstante, el peso político podría seguir impidiendo que se ejecuten.
