“A los enfermos hay que acompañarlos, ayudarlos, atenderlos, quererlos; están pasando una situación muy grave en este país, donde no se consiguen las medicinas; uno sale a buscar tres, pasa por varias farmacias y lo que oye es, no hay, no hay, no hay, si acaso consigue un medicamento”.
Lo afirmó el arzobispo de Barquisimeto, monseñor Antonio López Castillo, en la homilía oficiada en el curso de la Segunda Jornada de Oración, Sanación y Bendición realizada este sábado en el antiguo Complejo Ferial.
El evento, organizado por la Pastoral de la Salud, sacerdote y periodista Jesús Lárez, contó con la colaboración de la Dirección de Desarrollo Social de la gobernación que aportó 560 jóvenes, estudiantes de la universidad y el instituto universitario Fermín Toro.
Desde las primeras horas de la mañana comenzaron a llegar personas para el santo rosario, las oraciones por la salud de los enfermos, acto de adoración y, en especial, la santa misa, oficiada por monseñor López Castillo y 12 sacerdotes de diferentes parroquias de Lara y otras entidades.
En la homilía, el prelado comenzó recordando que era el día de Nuestra Señora de Lourdes, patrona de los enfermos, cuya aparición a la niña Bernardett, en Francia, representó otro milagro mariano.
“Muchos niños y niñas mueren porque no tienen medicamentos, muchos ancianos mueren porque no tienen medicamentos y eso es lamentable, eso está sucediendo en nuestro país petrolero, está sucediendo porque estamos dirigidos por un socialismo comunista fracasado. Eso no sirve, hermanas y hermanos”, afirmó el arzobispo.
Luego expresó que, “tenemos que pedirle a Dios nos ayude por la vía de los derechos humanos, a buscar otro sistema democrático, lleno de libertad, justicia y de paz”.
En diversas ocasiones recibió el respaldo de los presentes con nutridos aplausos, como cuando dijo: “No basta con decir, monseñor, hable, pero nosotros nos callamos: Somos mayoría y la mayoría tiene que hablar, tiene que decir, tiene que expresarse; todos a manifestar esta molestia que sentimos”.
Monseñor López Castillo también encomendó Venezuela a la Virgen de Lourdes porque, “la virgen nos ayuda, nos quiere, se preocupa por nosotros, y ella le dirá a su hijo, Cristo, Señor, no tienen comida, haz algo por ellos; no tienen alimentos, no tienen como hacer, no tienen medicinas, no tienen repuestos, no tienen para comprar zapatos, todo está muy caro”.
Los presentes, muchos de ellos en sillas de ruedas, ayudándose con bastones o apoyados en familiares, siguieron atentamente las palabras del arzobispo.
En el evento hubo distribución de medicamentos donados por los asistentes, incluso una familia procedente de Colombia entregó una caja con fórmulas médicas.
Para el padre Jesús Lárez, esta segunda Jornada de Oración superó a la del año pasado cuando se celebró en la iglesia Catedral.
Es una actividad enmarcada en la advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes, instituida por el papa Juan Pablo II en 1992 en ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo.
