En los estudios cualitativos realizados por el Observatorio Venezolano de Violencia Lara (OVV-Lara) durante el 2018 se evidenció el éxodo masivo de larenses hacia el exterior y el empobrecimiento estructural que ha modificado algunos aspectos de la dinámica de vida en los sectores populares.
El coordinador del OVV-Lara, Carlos Melendez, aseguró en una entrevista para el Impulso.com puntualizó que la mayoría de los integrantes de bandas han migrado del estado producto de la afección que tiene el empobrecimiento en sus vidas.
“A la organización delictiva no le funciona operar en zonas empobrecidas porque se cierran las opciones de maximizar su renta, por lo que muchos han decidido migrar. Esos integrantes de bandas han sido sustituidos por otros más jóvenes, quienes durante el 2018 han comenzado su carrera delictiva”, expresó.
También en los estudios cualitativos que presentó esta ONG, indicaron, desde las voces de líderes comunitarios y educativos, el aumento de los abusos sexuales.
El informe señala que “en los barrios de la capital larense es común encontrar familias compuestas por jóvenes adolescentes y niños a su responsabilidad, puesto que sus padres han migrado. Esta nueva familia venezolana cuenta con algún familiar o vecino que los supervisa o los ayuda con algunas tareas del hogar”.
