El socialismo es una ideología y el cristianismo es una doctrina basada en las enseñanzas y la vida de nuestro Señor Jesucristo. Es por ello que no puede haber comparación. Que los políticos quieren asaltar la buena fe del populacho que es mayoría en cualquier país del mundo. En especial aquí en Venezuela y aprovecharse de ello, para parecer simpáticos y justos es otra cosa. Ellos saben que mezclar las creencias religiosas y la sana vida espiritual de la gente con una ideología, les va a dar buenos resultados. Y es lo que está sucediendo hoy día en nuestro país.
“Una ideología es el conjunto de ideas sobre la realidad, sistema general o sistemas existentes en la práctica de la sociedad respecto a lo económico, la ciencia, lo social, lo político, lo cultural, lo moral, lo religioso, etc. que pretenden la conservación del sistema, su transformación o la restauración de un sistema previamente existente”. Wikipedia.
No hay sociedad que escape a la conformación de una ideología y sobre ella, orientará sus intereses particulares. O sea, cada grupo político que se mueve en medio de una sociedad, guiará sus objetivos empujado por su respectiva ideología. Obviamente al hacerse del poder, poco a poco irá imponiéndola a través del control de los poderosos medios de comunicación. Utilizando para ello la estrategia de la carestía de los artículos de primera necesidad y el hambre. Por cuanto esto le dará la oportunidad de mostrarse como salvador
Esta ideología socialista la cual pretende de manera grosera ligarla al amor de nuestro Señor Jesucristo solo ha servido para que sus representantes políticos avancen de manera frontal para conservar el poder a como dé lugar. Practican la inmoralidad, las bajezas, la mentira y hasta el asesinato en masa. Por lo cual execraron los valores espirituales y por eso, llevan la muerte por delante. Mezclan argumentos doctrinarios e ideológicos con el cristianismo, tratando de ganar adeptos, pero, que se caen por su propio peso cuando vemos claramente su comportamiento.
La humanidad, la gente, el ciudadano común de este país tiene que despertar y entender que las promesas y la esperanza propuestas por hombres, de solucionar sus problemas, de acabar con la inseguridad, desarrollar el país y darle “mayor suma de felicidad posible al pueblo” es falsa. Es el momento de entender el doble discurso que hay en la mente de los ideólogos del hambre. Está llegando el momento que por la fuerza de la desilusión, enrumbemos nuestra atención hacia Aquel, que no defrauda a nadie. «Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mat.11:28 .Aquel, que demostró en la cruz del calvario su amor por la humanidad. “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna.”Juan.3:16.
Aquel, que siendo DIOS, no escatimó volverse una vulgar célula, para nacer, convivir y salvar del pecado al hombre en este miserable planeta. “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es Cristo, el Señor. «Y esto os servirá de señal. Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre».Luc.2:11,12.
Definitivamente, a la humanidad ya no le queda nada en esta tierra de que aferrarse. ¡Busque de Cristo! ¡Hasta la próxima semana Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez
