#OPINIÓN Hechizo de Perla (Parte II) #7Oct

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A los ñeros y navegaos del otro mundo…

Un Mundo para Junior

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…Mi patria son los amigos…

El escritor es un hombre sorprendido y el amor es…

 motivo de sorpresa y de humos, un paraíso vital…

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Miento por diversión, entretengo con mis mentiras, con mi visión exagerada de la realidad…

Es imaginación, fantasía. Engañar es otra cosa. Ni mis personajes ni yo engañamos, más bien somos engañados

Alfredo Bryce Echenique

Jr. corrió hasta el huerto. Había fantaseado todo el sueño con la inmensidad plena de perlas dispersas en costas de leche malteada de tono cobrizo. Don Chuito esperaba con la sonrisa de abuelo que ama al genial, hermoso e inquieto galán de cabello crespo y vistas azules, que hacía ensoñar como si fuera un héroe Marvel, el propio Capitán América del coraje, el Iron Man del carácter, el martillo de Thor y sus truenos radiantes al estilo ideal de una Perla Ñera XXXL, irrepetible, descubierta por 3 pescadores ñeros Chuo-Chichito-Cheo del pueblo isleño de los 3 golpes Pam-Pa-Tar, que aun andan asustados por lo que obligados tuvieron que bancar.

El albor ingresó hueco y Jr. se registró acostumbrado en la esclusa, sobre las paletas entumecidas del nono. Y otra vez reapareció esa expresión inaplazable de por favor cuéntame de las mil y una noches y del Perla Ñera de mundos múltiples. La vegetación xerofita fijó folios espinosos apuntando al sol y el calorón, un aguijón ardiente en el lomo. El fucsia-púrpura del hábitat vegetal, fue un emperador en la retina y al Cesar lo que es del Cesar. Jr. cruzó el Rubicón. César esperó en su trono de filamento moriche, y en el chinchorro de palma como sagrario de hebra sin nylon, bebió jugo de pitiguey en estado de fruición, y en el juicio, reconoció a la cuñada Chica por el sumo y por la bota artesanal de salsa que trajo, exquisitez de ajíes ñeros endémicos, todo un patrimonio gastronómico de talla global. Chuito fue tirando las piernas antes que el oficioso de mitos certificados del nieto, se situara al pie del trono de la soberanía imperial ñera de los Marín, en esa villa conocida a propósito del pueblo costeño de los tres golpes, que todo lo arreglan a los sipotazos…

Chica alzó el rejón, y zarpó con la soga en el áncora. Jr. pidió la bendición a la preferida con un beso volado y Chuito pensativo entre el sabor encarnado del pitiguey y el rojo, naranja y verde del ají ñero, acampa colorido el traspatio de espinas enfrente a las sílices durmientes del muelle La Caranta. Sintió que todo lo que ayer contó muy capaz que lo olvidó. Desde ese día relumbra una gran anarquía. La perla late inter mundo y no hay duda, la duda está en todo lo otro que como encandile multicolor baraja la verdad con muchas mentiras, y a las mentiras, con muy pocas verdades…

-¿Abuelito, no son demasiados mundos y el sol es un planeta también?…Jr. de nueve, con este cuento sumó curiosidad y pudo madurar a través de la imaginación más años de lo sospechado a su edad. La fantasía no tiene época, dios atemporal, y del ensueño como expresión del cielo renovable e inmortal del Salvador. La idea nos fascinaba, y el oído puesto en la última conversa, es la pulpa del aljófar que palpita, el abalorio en el perlado pulsar del genio travieso de escasa estatura que se le mece en el Hamaca Ñera como faro en la niebla.

– Jr. -habla nono enrojecido de saborear y notar tanto rojo rojito- piensa que nada es mucho o poco en el multiverso. Lo escaso es lo que está vivo, y la vida inteligente, es o nula o insignificante. La perla vino inteligente, significa algo secreto e importante pero no sabemos qué y es como un desconocido transmisor de frecuencia modulada en onda infinita e infinitesimal. El cabezón-voz-frente dijo con sudor insidioso sin tufo.

Estaba la memoria del mundo. Igual en la diferencia, diferente en las semejanzas. Y la voz-frente, es según relata, pescador de XXXL vagantes del multiverso. Suerte de recolector universal de pulsos divinos de la creación. No usaba nombre, solo huella y solo escogía a uno y a su grupo por método desconocido, vaya a saber cómo, por qué y para qué, porque dónde, sí sabemos, no al revés. Pero hay que ir a pescar en dimensión desconocida si reaparece en dimensión reconocida. Como una suerte de secreto ecuménico por emanación de arrestos creativos eternos, entre los dioses del universo, esparcidos en miles de mundos alternos y paralelos.

-¿Cómo Linterna Verde? esta vez se rió el capitán Marín. Lo escuchó como si el viejo despertara de un insomnio. Los tres cabellos quedaban como testigos de una tonsura franciscana que no intentó forrar el sudor incrustado al mareo del verano en los pliegues de la frente. Se pasó la mano por los labios y previó el día con Jr., uno de sol vertical y de chubasco tardío con el tráfico nocturno de la sofocación a la frescura, que no permite recordar a cabalidad todo lo acaecido antes… prosigue Chuito Marín

-Estuve mudo en la otra landia e ignoro cómo llamarle o si usa un apelativo. Se me ocurre llamarle Un mundo para Junior porque es el primero conocido como tú, que eres mi primer nieto, y que nadie sabe qué hacer contigo porque sudas más que el cabezón que habla sudor-frente. El niño se echó a reír pero se incorporó rápido y le puso oído al tambor, situando la mano en la oreja directa a la boca desde los muslos acalambrados del veterano que estará olvidando que una vez fue bípedo, y no cuadrúpedo como quedaría si Jr. no deja de hundir la Hamaca Ñera. Cabeza de sudor aclaró goteando que hay que irse al Perla Ñera si van a la otra dimensión desconocida pero teníamos que certificarnos dignos de perlas XXXL que nos eligió entre infinitos universos. Pensé, que algo muy bueno tiene que habernos visto. Jr. dijo, no sé que será nono, porque las patas te huelen a queso… los dos se mandaron a carcajadas y Marín cayó de la hamaca, y esta vez se falseó el tobillo, pero no sintió nada porque la pierna estaba casi tan acabada, como la república bolivariana de ñero-landia…

Por fin zarpó silente el peñero de este mundo en las siglas escritas ARSH-sudor brotada por sobre el casco del madera del 3 puños del vaga mundos, a tres nudos velocidad crucero, GPS y transmisor sonando a hojas que crujen y Jr. que nunca le preocupó el detalle de no saber, de hecho la voluntad y no la razón ayudan a conocer lo realmente primordial de imaginar, si se quiere usar la voz pivoteo, que exhibe a lo desconocido.

Después que Chichito y Macanao se unieron en sustos pude hacer que hablaran con frente de sudor y a golpe de pulso de nácar fuimos a dar al bautizado Mundo para Junior. La lancha cogió vía Bajo las Caracas e iniciamos a navegar oleajes de perlas para ir a pescarlas, si eso tenía sentido. El señor cara hirsuta naturalista marino-galáctico iba en el océano espacial de éter transparente y densidad de aguas, como Pedro por su casa. Todo era raro y en buena lid contradictorio pero lógico, sin sentido, pero no insensato. Viernes D´Artagnan se sumó como el cuarto-4-mosquetero astral, sin ocuparse un carrizo de los chorreados asistentes. Risa de Junior.

Abuelo por qué no les dices los 4 mosqueteros, porque son cuatro con D’ Artagnan y no tres?… está en Wiki-pedía, ese aparte, te lo cuento luego. Marín conserva la del ni-ñero y al niño-ñero con respire corto y pulso mata muslos, en el barco de morichal de la hamaca. A las 9 y pico en punto, con café con leche a mano limpia, el pan sobado con queso en bandeja de peltre roto, y el jugo de naranja dulce y frío como la piel de un ángel caído, el nono prosiguió vuelo navegando instrumentos en el mundo difuso de la memoria, ese túnel de tiempo sin lámpara, donde Jr. y los 4 mosqueteros con voz-frente al frente del tres puños, el indio Viernes de la Isla Robinson Crusoe, enfila el Perla Ñera vaga mundo en un poniente misterioso como materia cristalina y fosca donde damos tumbos imperceptibles, en infinitos juntos y contrastados universos. El éter diversificado y biodiverso de la sabiduría ignota del creador. Viernes aceptó de buena el apodo por el voz-frente y sentirse tan ñero como nosotros tres. Esta vez marchábamos tanto menos asustados, pero lo chorreado todavía andaba en preaviso. Como cuando nos zarpamos al mar desde la costa del muelle de la ciudad de los tres golpes, el perla ñera foránea surcó el agua de viento irradiando gotas de aire secas que salpicaban nuestros rostros alucinados. Chichito y Macanao decidían los artes de pesca en popa en un sigiloso confesor de miedo que querían ocultar pues un marino pescador que se aprecie primero muertos que bañados en sangre. Ese día espiábamos especies ignotas que irían a reaparecer en el aire, en el agua, en dónde demonios… dios mío, que vaina es esta, insisto.

De pronto el hircismo de Viernes espiando horizontes por sobre la barda de proa de cuerpo negro y límpido, emplazó con tono-sudor audible. Un sonido que gracias a dios no apestaba como los pies de Jr.  El nieto cayó al suelo de las risas y esa vez fue el nene que se falseó la muñeca entre llantos de gozo y dolores de placer… Si era de tarde o de día no me enteré. El sol dejó de ametrallar el agua para ametrallar el desconcierto que hacia el entendimiento in-entendido de la situación. Pero también era algo para que el pecho sintiera tanta emoción que podía hacer trastornar de deleite o asesinarte sepultado vivo en un dédalo de enigmas y secretos que para la ciencia terrícola moderna, no tendría parangón. ¿Sabías que con la inmolación de la Biblioteca de Alejandría, atrasaron cuatrocientos años el avance científico mundial, valga decir, que la Gravedad hubiese sido descubierta en la Edad Media, y la Teoría de la Relatividad, en la época de Isaac Newton, o sea en el siglo XVII?. Jr. no se ubicó a tan temprana edad en el cronos que aquello implicaba, pero no por eso dejó de abrir los ojos como si hubiese descubierto el Titanic y rescatado la tripulación como un Leo Di Caprio común y cualquiera al que si conocía por las películas de Tarantino que miraba disimulado en el DVD descontinuado en la oficina casera del nono, biólogo y pescador jubilado, full de polvaredas, libros, Best Seller e incunables.

-¿Qué es un dédalo? Jr. miraba al capitán del Perla Ñera con ojo de Océano no Pacifico…

-Es el que voy a darte si no callas y dejas seguirte contando…

El agua-aire era una brisa seca que moja. Vaya usted a ir a entender eso pues, pensé dispuesto a saber qué diablos hacía allí con los 2 mosqueteros más asustados de Nueva Esparta y más enredados que presidente criollo jugando monopolio con la economía, o que ese chinchorro para sardinas, mal echado al mar, por ñeros del Kurdistán, o sea, por margari-ñeros borrachos, todos sabemos que el pescador que no bebe, o está muerto, o preso o no halló la licorería de la pea. Seguimos espiando panorama con una anormal ida a la mar. Viernes nos mandó a preparar la carnada y a estar alertas con los bancos locales. Chichito cambió de color cuando por segunda vez vio al grupo nutrido de delfines a babor al noreste de quien-sabe-dónde pero esa vez eran nariz de sudor, ahí sí nos pusimos mal. Mientras Cheo sin salir de su cara de cadáver, a estribor, divisó un bando de atún aleta vainilla. Acabó fastidiado vomitando del pánico a costado de popa. A mí se me atoró el visor verde, cuando las Orcas en púrpura y negro, fueron sacerdotes de un culto salado del océano, y se me fueron en acto de circo Soleil al fondo del universo, acribillado de soles con toda la cristalina oscuridad de la nada…reímos…

Hasta Jr. ya tenía cara de pocos amigos y aunque no conocía el miedo de frente, la frente, le sudó de miedo. La hamaca dejó de ser costa segura donde anclar los remos cloroformizados del nono. El tono alba del nuevo día y la teñida puesta. La hora desnuda, desviste las titilantes partículas de plancton como luciérnagas de agua. Los ensueños de niño saludable, nos hizo cubrir el infinito y más. Descubrir que morir es principio de otra vida. Y aun así, Jr. había llegado a su mundo, apeado del Hamaca Ñera, bajado hasta dónde habría de hallar el nácar talla XXXL, con la que ir por la nueva faena a pescar lo menos grato para un niño, la adultez…

La madre regresó a las cuatro con la merienda del niño que no veía con los mismos ojos con que ella siempre lo mira. El abuelo tampoco lo ve igual, y menos a sí mismo, que a diario olvidaba todo, todo menos el hechizo de perla que comenzó a recordar…Chuito Marín salió del Hamaca Ñera y fue al dormitorio con un agotamiento que solo su sucesor lograba arrinconar…

Frotó las piernas y prosiguió recordando todo lo que el joven debería aprender sin entender, con sus moralejas insólitas, muchas ciertas, otras inventadas y todo entre sábanas vagas, fantasías soñadas y pesadillas despiertas. A mitad del diario arrugado y con la sensación del inválido sin piernas o con ellas muertas, la perla XXXL siguió alumbrando el corazón de su conquistador conquistado y al escogido grupo de mari-ñeros, entre muros tenues y ocultos, por los dioses del caos y la creación… al día siguiente a Jr. le será informado sobre el universo dimensional de Viernes en un paraje con dos soles púrpura que no conoce la noche pues siempre es de mañana y está alumbrado, el oráculo pulsátil y foráneo del nácar espacial espera a los tres ñeros chorreados, maldiciendo el día que se hicieron marinos, Cheo nos mal decía mariscos y crustáceos, y todos más perdidos que todos los hijos de Lindbergh… amén… dios nos coja confesados, dijo Chuo antes de dormirse con rabo de paja y lejos de la de candela de Jr…

Marcantonio Faillace Carreño

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