#OPINIÓN Buena Nueva: Tres privilegios #25Abr

-

- Publicidad -

Los seguidores de Cristo tenemos muchos privilegios. Pero solemos no darnos mucha cuenta de ellos.

Primer privilegio: Jesucristo es el Salvador. Eso se dice fácil. Y tanto se ha repetido que no parece nada de particular. Y no lo aprovechamos en toda su dimensión. Jesucristo nos salvó de gratis, sin ningún esfuerzo de nuestra parte. Se nos pide –eso sí- aprovechar las gracias que Jesucristo nos regala… igual que cualquier regalo: si se nos da, hay que recibirlo.

- Publicidad -

Pero, si nos fijamos bien, no todos aceptamos la salvación que Jesús nos vino a traer. Parece un contra-sentido, pero muchos están abiertamente en contra de Jesucristo, en contra de Dios. Esto significa que están rechazando la redención que sólo Cristo puede darnos (cfr. Hech. 4, 12). Y los que así piensan quedan de su cuenta para salvarse… si es que eso fuera posible.

Segundo privilegio: nosotros estábamos secuestrados después del pecado de nuestros primeros progenitores. Pero Jesucristo vino a salvarnos, es decir, a rescatarnos de ese secuestro. Y no sólo nos ha rescatado, sino que además nos ha hecho hijos de Dios. Y «no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que realmente lo somos» (1 Jn. 3, 1-2). ¡Woao! ¡Ser hijos de Dios! ¡Y ser hijos de verdad! Es decir, Jesucristo no sólo nos ha salvado, sino que nos ha dado mucho más que eso: nos ha hecho hijos de Dios. Otra cosa que se repite y no parece nada de particular.

Pero ¿nos damos cuenta del privilegio de ser hijos de Dios y de poder llamar a Dios «Padre» porque Jesucristo, que es el Hijo Único de Dios, ha compartido Su Padre con nosotros? Ser “hijo/a de Dios” se dice tan fácilmente. Pero… ¿alguna vez hemos agradecido a Dios ese altísimo privilegio… o simplemente lo tomamos como un derecho merecido?

- Publicidad -

Cierto que Jesús anunció que nos iba a salvar: “Yo soy el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas” (Jn. 10, 11-17). Y cumplió esa promesa, porque su vida la dio. ¡Ah! ¡Pero la recuperó! Y la recuperó con gloria, porque no se quedó muerto: ¡resucitó!

Y aquí viene el tercer privilegio: el habernos prometido que nos resucitaría a nosotros también y que nos daría la gloria que Él tiene. ¡Woao! Pero hay una condición: tenemos que ser ovejas de su rebaño.

¿Quiénes son las ovejas de su rebaño? Los que conocen su voz, porque lo conocen a Él y le siguen. Esos son hijos e hijas de Dios. Y ésos resucitarán como Él resucitó y serán semejantes a Él, porque tendrán la gloria que viene de Él y que conoceremos cuando lo veamos cara a cara.

Tres privilegios: ser salvados gratis, ser hijos de Dios y resucitar. Porque se dicen fácil, podemos no darnos cuenta de ellos y olvidar agradecerlos.

Isabel Vidal de Tenreiro

www.homilia.org

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

María Corina Machado

Denuncian que las tarjetas electorales de la MUD y UNT no han sido habilitadas por el CNE #23Mar

La oposición democrática denunció este sábado 23 de marzo que a 60 horas de abrirse el proceso de postulación de candidatos, el CNE aún no habilita las tarjetas MUD y UNT para inscribir a Corina Yoris.
- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -