Esta joven y prometedora licenciada en psicología lleva a El Impulso en su memoria desde que tiene uso de razón y de manera muy amena y espontánea comenta a Elimpulso.com lo que lo ha significado para ella:
«Recuerdo un domingo en la mañana a mi papá llegar con el desayuno y con El Impulso en la mano, mientras mi mamá colaba el cafecito, para leer y comentar los acontecimientos más importantes del momento. En la mitad del periódico venía encartada la revista favorita de los larenses, mi favorita de hecho, la revista Gala.
Este medio de comunicación representa para los guaros la expresión de nuestro sentir, es cultura, es solidaridad y visión, no en vano es reconocido como el decano de la prensa.
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¡Naguará! y ya son 118 años compartiendo el acontecer global, en especial de nuestra tierra crepuscular. El Impulso es sinónimo de muchas cosas, para mi en particular, es sinónimo de inventiva y resiliencia y un ejemplo de ello es su transición de la prensa escrita con aquel café en la mano al medio digital, que se crece e instaura en la Venezuela desafiante de estos tiempos y que está aún más cerca, pues su extraordinario equipo profesional procura llevar al trabajo, a la casa, donde andemos a través de nuestro teléfono celular.
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Es un espacio que sigue siendo ventana para mirar lo que sucede y para recordar en una Historia Menuda lo que ha sucedido, un medio para hacer, es sin duda parte del gentilicio guaro, pues El Impulso es Barquisimeto, su gente, El Impulso somos los guaros».
