Las cartas enviadas al Gobierno y Congreso de los Estados Unidos, una suscrita por 25 ciudadanos que plantean la reformulación de la política exterior de aquel país porque consideran que las sanciones que se vienen aplicando desde 2017, no han surtido el efecto deseado; y la otra, firmada por 68 venezolanos que residen en el territorio y fuera, exigiendo que esas medidas sean más fuertes, demuestran, según el doctor Ramón Guillermo Aveledo, exsecretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, el síntoma de un problema nacional: un vacío de representatividad.
Ambas posiciones, expresadas por sectores de la sociedad venezolana, evidencian que hay una desafectación y un enfriamiento de la política.
Las reacciones que se han sucedido acrecientan significativamente la crispación en la misma sociedad venezolana.
Hay animosidad, manifiesta el exparlamentario larense. La primera carta originó muchísimos comentarios y ataques a quienes la hicieron. Y la segunda tuvo una radicalización del asunto. Salieron a relucir los más grandes desacuerdos. Se ha producido un mayor encono.
Hay que darle fin a esas posiciones porque la democracia aconseja discutir sin apasionamiento las estrategias.
Mientras los sectores que pretenden llenar ese vacío de representatividad, hacen cualquier cosa a favor de su permanencia en el poder.
Hay un efecto destructor por parte del gobierno contra las instituciones del Estado y los partidos políticos.
Ellos, dice refiriéndose a quienes forman parte del régimen, son buenos para lo malo y malos para los buenos.
Justicia
Cuando al doctor Aveledo se le pide su opinión acerca de la investigación que lleva la Fiscalía de la Corte Penal Internacional sobre los casos de lesa humanidad y de que no se aplaza el proceso investigativo, no pueden estar las organizaciones políticas haciendo declaraciones de cualquier tipo, porque hay que ser mesurados, tener mucha paciencia y esperar que el trabajo se realice meticulosamente.
No se puede pretender que se haga justicia como si se tratara de un horno de microondas, comentó. No se puede esperar que los casos denunciados de una vez sean procesados inmediatamente.
Es un trabajo que requiere tiempo, añadió.
Ya el reportero de Elimpulso.com le había recordado que del caso Venezuela que investiga la Corte, hay 5297 casos de muertes violentas en el año 2018 y otras 1569 de enero a mayo de 2.019 cuando hubo la mayor etapa de represión en el país. Y entre los casos más impresionantes están las muertes del funcionario policial Oscar Pérez, el concejal Fernando Alban y el capitán Rafael Acosta Arévalo.
TSJ
Para el doctor Aveledo la mayor dificultad que se presenta para escoger a los magistrados y magistradas del Tribunal Supremo de Justicia es el artículo 264, el cual establece que estos funcionarios sólo pueden ser elegidos una sola vez para cumplir un período de doce años.
Esto quiere decir que ninguno de ellos podrá ser removido del cargo si no ha cumplido su período total.
El hecho de que se haya hecho una reforma a la Ley Orgánica del TSJ no da pie para violar ese principio constitucional.
Que el comité encargado de examinar los informes de cada uno de los aspirantes que concurrieron para participar en la escogencia, deja muy mal parada a la Asamblea Nacional porque no puede proceder a escoger a nadie, a menos que algunos de los actuales magistrados o magistradas ya está por vencer su período.
Y los que hayan cumplido su lapso, no pueden volver a aspirar.
De modo que el problema se ha presentado no por el hecho de haber reformado la ley, sino de haber convocado a los aspirantes porque la Constitución impide que los que están salgan.
Se pensaba que con reformar la ley era posible dar la impresión de que se estaba atendiendo el planteamiento de la Corte Penal Internacional de aplicar justicia.
Pero, ya la tranca estaba puesta con el mencionado artículo constitucional.
Ascensos
Confiesa el doctor Aveledo que él no votó por la Constitución de 1999, pero tiene que ser respetada porque fue aprobada y se mantiene vigente.
Le parece buena en lo que respecta a los Derechos Humanos y a la participación; sin embargo, hay aspectos que todavía generan preocupación como el de haber sido eliminado el Senado, el cual tenía entre sus funciones la de aprobar los ascensos militares.
Esa función fue aprobada por el Congreso de Angostura en 1819 y el propio Simón Bolívar, a quien no le gustaba que la misma estuviera a cargo de los senadores, la aceptó y la aceptaron todos los gobernantes militares que había tenido el país hasta que llegó Chávez al poder.
Ni siquiera Juan Vicente Gómez osó eliminar dicha facultad.
Pero, a partir de que ya no era el Congreso quien podía autorizar los ascensos, éstos dependen del presidente de la República, lo que hace que los militares por lo general se plieguen al mandatario de turno.
Los militares no están para estar al servicio de ningún mandatario sino de la defensa del territorio, de la defensa nacional.
Vargas
Al ser consultado acerca del cambio de los símbolos de Caracas y el del estado Vargas, el ex parlamentario se refiere al modo arbitrario de tomar decisiones por parte de este gobierno.
Yo estuve en la comisión del Congreso Nacional que trabajó en la ley que creó el estado Vargas.
Hubo dos personajes históricos del proceso independentista que nacieron en La Guaira: Carlos Soublette y José María Vargas.
Ya mi padre, Guillermo Aveledo, quien fue juez de Vargas y había nacido también en esa jurisdicción, también trabajó para la elevación de categoría de Vargas, para que este fuera un distrito.
Y es notable destacar que no se tomó el nombre de Soublette para designar esa jurisdicción, tomando en consideración las condiciones académicas y científicas del doctor Vargas.
Era el único venezolano civil que llevaba un estado del país.
Educación
En lo que respecta a la diáspora, lamenta cómo se ha producido esta situación sin que haya una guerra como la invasión de Rusia a Ucrania y la de Siria.
Venezuela está por encima del número de migrantes sirios y no ha parado la salida de venezolanos, corriendo serios peligros sus vidas por trochas y por el paso de Darién.
Hasta en Sarare, en el estado Lara, en una reunión que sostuvimos preguntamos cuántos de los presentes tenía familiares que se habían ido al exterior y el cuarenta por ciento de los asistentes levantaron la mano para confirmar la ausencia de sus parientes.
Esa crisis humanitaria es grave y la misma característica tiene la educación, ya que no sólo se han ido los docentes en gran parte del país, sino que otra parte se ha dedicado a otras actividades.
Ya no es atractivo estudiar educación, expresó con preocupación. En la Universidad de los Andes me informaron que en los pedagógicos de todo el país apenas se habían inscrito 87 estudiantes para cursar la carrera. Es un hecho insólito.
Constituyente
Y al ser consultado en torno a la propuesta que ha venido haciendo un grupo de destacados profesionales de diferentes especialidades, encabezado por el ingeniero Enrique Colmenárez Finol, de convocar unas elecciones para elegir una asamblea constituyentista, el doctor Aveledo reconoció la honestidad en la idea de quienes están promoviendo ese proyecto, pero no está de acuerdo.
No es la Constitución vigente la culpable de la crisis que tiene el país, explicó. La crisis ha sido generada por quienes detentan el poder.
Ninguna de las 13 constituyentes que ha habido en Venezuela ha sido para resolver problemas.
La última de las constituyentes no hizo ninguna Constitución, sino que fue hecha paralela a la del 2015.
La salida a la crisis no es una constituyente, enfatizó.
