Los ministros de defensa de la OTAN se reunieron este jueves para abordar un aumento de sus fuerzas y sus medidas disuasorias en las fronteras orientales de la alianza para evitar que Rusia planifique nuevas agresiones tras la invasión a Ucrania.
La guerra que emprendió el Kremlin en Ucrania el pasado mes de febrero ha hecho que los aliados revisen sus estrategias y acuerden que debe haber más tropas de la OTAN presentes en ese flanco. La OTAN ha señalado que colocó a unos 40.000 soldados bajo su mando directo, especialmente en el flanco oriental, y analiza cómo puede fortalecer aún más su presencia, preparación y capacidades.
“Esto significará más formaciones de combate de la OTAN para fortalecer nuestros grupos de batalla en la parte oriental de la alianza, más defensas aéreas, marítimas y cibernéticas, así como equipos y reservas de armas posicionadas previamente”, detalló el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. después de la reunión.
La reunión de ministros se celebró antes de la cumbre de la OTAN del 29 y 30 de junio en Madrid, que tratará de fijar el rumbo de la alianza para los próximos años.
Alemania ya ha anunciado sus planes de reforzar su misión en Lituania, en tanto Francia quiere aumentar su presencia en Rumanía, donde espera tener 1.000 soldados respaldados por tanques Leclerc para final de año.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se negó a dar a conocer cualquier cambio en el posicionamiento de las fuerzas estadounidenses en Europa, pero dijo que Estados Unidos y sus aliados tomarán medidas para desplegar tropas rápidamente si es necesario. Eso incluye colocar más equipos en la región y poner a los soldados en niveles más altos de alerta.
“Todos nuestros aliados han aprendido de cualquier deficiencia que hayamos experimentado en el pasado, y trabajarán para garantizar que tengan las capacidades adecuadas para proporcionar fuerzas flexibles, responsables y creíbles en el combate cuando llegue el momento”, subrayó.
El ministro letón de defensa, Artis Pabriks, indicó que la alianza militar debe posicionar más militares y material en los países bálticos.
“Queremos una planificación mejorada, queremos una estructura de cuarteles generales, queremos posicionamiento previo de distintas clases de equipos, de modo que no tengamos que esperar si viene una crisis”, dijo.
Stoltenberg afirmó que la cuestión del equipo preposicionado es crucial, dado que mover vehículos blindados, suministros y municiones lleva mucho tiempo.
“Entonces, por supuesto, es mucho más fácil y rápido reforzar cuando sea necesario”, añadió.
Stoltenberg aseveró que los ministros lograron un “progreso significativo” en sus discusiones sobre un nuevo modelo de fuerza que involucrará más fuerzas con mayor preparación y otras asignadas a la defensa de aliados específicos.
Las conversaciones en Bruselas también tratarían la necesidad de aumentar el gasto en defensa, dijo Stoltenberg, así como las solicitudes de Suecia y Finlandia de sumarse a la organización.
Soltenberg celebró la decisión de Estados Unidos de enviar 1.000 millones de dólares adicionales en ayuda militar a Ucrania, y agregó que los aliados de la OTAN están “preparados para seguir prestando un apoyo sustancial, sin precedentes” al país.
El nuevo paquete, señaló Washington, incluye lanzamisiles antibuques, obuses y más munición para los Sistemas de Cohetes de Artillería de Gran Movilidad que fuerzas estadounidenses enseñan a utilizar a tropas ucranianas. Todos son sistemas armamentísticos claves que las autoridades ucranianas han pedido con urgencia en sus esfuerzos por frenar el lento pero constante avance ruso para conquistar la región oriental del Donbás.
Por su parte, Austin, elogió la “decisión histórica” de Finlandia y Suecia de solicitar su ingreso al bloque y expresó su esperanza porque las conversaciones sigan avanzando de forma favorable.
Sin embargo, Turquía ha expresado su oposición clara al ingreso de los dos países nórdicos, y Stoltenberg se esfuerza por romper el bloqueo. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan insiste en que Finlandia y Suecia deben mostrar más respeto a las preocupaciones turcas sobre el terrorismo y señala a lo que describe como su supuesto apoyo a milicianos kurdos.