Después de prepararse durante cuatro meses para protagonizar el musical Chicago, Mariaca Semprún renunció al espectáculo, luego de haber sido irrespetada por el director de la pieza, Luis Fernández, quien prefirió su salida, antes de llegar a un acuerdo sobre una escena donde le pedía a la joven que quedara en topless.
“Yo no quiero dar muchos detalles porque hay gente involucrada en ese elenco, que quiero, respeto y que deseo que le vaya bien, pero ya no estaré en Chicago por un irrespeto muy grande de parte de la dirección, de Luis Fernández”, expresó la actriz en una entrevista.
Para nadie es un secreto el carácter que tiene el actor y director Luis Fernández, quien en muchas ocasiones ha insultado a la prensa sin compasión, al no estar de acuerdo con alguna nota, pero en esta oportunidad no fueron los medios, sino la protagonista de Chicago, Roxie Hart, que iba a ser interpretada en Venezuela por Semprún.
La noticia se dio a conocer el día viernes, luego de que la actriz y el director tuvieran una conversación por mensajes de texto, donde la joven fue irrespetada por el director. Semprún prefirió no declarar más a los medios sobre el asunto, sino que hizo llegar un comunicado de prensa sobre su retiro, a lo que anexó la última conversación que tuvo con Fernández, donde dejó en claro lo déspota que es como director.
“La presente comunicación es para informarle a todo el respetado equipo de Chicago que lamentablemente hasta aquí llegó mi participación en el espectáculo. Luego de una difícil negociación monetaria en donde se generaron conflictos y dimes y diretes por parte del Sr. Luis Fernández por aspirar un sueldo mínimamente digno, y aun así haber aceptado todas las condiciones, nuevamente recibo un trato grosero e irrespetuoso de su parte y en estas condiciones no puedo trabajar. Es necesario aclarar que mi salida del espectáculo no es por un “topless” o algo parecido, es debido al irrespeto y desproporción en las reacciones de su parte en cuanto al trabajo se refiere. Siempre mi intención fue conversar y aclarar las cosas como se suele hacer en cualquier proyecto de este tipo, pero aquí queda claro que no funciona ni funcionará así”.
Manifestó que lamenta y resiente el tiempo invertido, la energía y la ilusión que puso en todo el trabajo, “pero cuando se cruza la línea del respeto y la buena intención ya para mí no hay vuelta atrás. Sé que encontrarán un reemplazo pronto. Les deseo buena suerte y éxitos ya que hay muchos involucrados a los que quiero y respeto”.
Parte de la conversación, Luis: “Me quedé preocupado ayer por tu conversación sobre el topless, eso está diseñado así, coreografía y vestuario. Y lo hablamos hace 3 meses, no es negociable. Mariaca: “Conversemos sobre eso, recuerda que no hemos hablado tú y yo, fue una cosa que comentaste en un ensayo con toda la gente allí y no ha habido el chance de hablarlo. No me siento muy cómoda con eso y encima, técnicamente es un enredo con el micrófono, vamos a hablarlo mañana antes o después del ensayo por fa.
Luis: “No tengo nada que hablar, es así, por favor no me hagas perder el tiempo. No tengo la más mínima paciencia para gafedades, en este punto es indispensable. Si no es una posibilidad para ti, tienes que decidir tú, si estás en el espectáculo bajo mis condiciones y respetando mi visión o no. Mis montajes no son democráticos. Lo siento, no quiero más sorpresas contigo. Clarito todo y ya. Si no estás no hay rollo, pero no me hagas perder más tiempo ni el de 40 personas. No tengo ni tiempo ni paciencia para conversaciones y negociaciones sobre mi montaje”.
