Una de las razones que haya escasez de productos en el país es que nadie se arriesga a importar mercancía y depositarla en los anaqueles para evitar que el Gobierno proceda, como ha ocurrido con los 3.821.926 juguetes decomisados a la distribuidora Kreisel en la semana que acaba de terminar, declaró el empresario Elías Bessi, expresidente de Fedecámaras Lara y asesor de este organismo privado.
El procedimiento, como se ha venido informando, fue ordenado por William Contreras, titular de la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundee) por presunto acaparamiento desde el año 2009.
Conviene señalar que muchos comerciantes e importadores aceptaron las palabras del hoy ex ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad, hoy presidente del Banco Bicentenario del Pueblo, quien autorizó la entrada de toda la mercancía que pudieran con sus propios dólares.
Tenemos entendido que la empresa Kreisel, la mayor distribuidora de juguetes de Venezuela, hizo más o meno eso.
En todo el mundo hay gente que arriesga en el comercio; pero, tal riesgo no se puede hacer en nuestro país porque existen diferentes organismos oficiales que buscan la forma de criminalizar cualquier actividad.
Consideramos que la acción intentada contra la mencionada distribuidora de juguetes tiene como objetivo buscar espacio que ha perdido el Ejecutivo nacional, aprovechando precisamente que están cercanos los días navideños cuando se registra la mayor demanda de ese tipo de mercancía para los niños.
La gente ha entendido que el comunismo como ideología y pensamiento económico es uno de los más grandes fracasos de las actividades económicas.
La experiencia que se ha acumulado en el curso de los últimos 17 años indican que un país que se proyectaba hacia una economía próspera, como es el caso de Venezuela, hoy en día ha perdido todas las condiciones. Lo que se ha debido invertir en salud, educación y seguridad, se ha diluido en una economía fracasada.