Desde la madrugada del día jueves, vecinos de diversas comunidades de El Tocuyo salieron en protesta por la escasez tan extrema que viven. El cierre de la vía se hizo en horas de la noche, pero la necesidad luego hizo que la población se aglutinara a las afueras de un reconocido negocio de la ciudad para lograr adquirir tres paquetes de harina.
No obstante, esto no fue así, pues los comerciantes por temor a que hechos como los de la pasada semana (en donde hubo intento de saqueo) se volvieran a suscitar, decidieron ceder la harina y que la misma fuera vendida por efectivos de la Guardia Nacional (GN) en su sede, ubicada en el sector Dos Caminos, cerca de la Zona Industrial.
Ante tal decisión, las personas que se encontraban en el establecimiento, decidieron trasladarse de manera pacífica a las instalaciones de la GN. La cantidad de gente que estaba esperando y luego se movilizó era tal que logró parecer una marcha durante su corrido, el cual por cierto fue bastante largo.
Camiones, busetas y motos ayudaron al traslado de los ciudadanos, quienes al llegar al lugar de venta realizaron la respectiva cola, la cual tenía comienzo, pero no se le veía fin. Y es que pasaba el tiempo pero las personas no dejaban de llegar. El pueblo debió recorrer un camino de tierra bastante congestionado, para lograr alcanzar su objetivo: harina precocida.
Jóvenes, adultos, ancianos e incluso personas con alguna discapacidad, permanecieron horas expectantes a que iniciara la venta y para quienes no tuvieron suerte de ocupar uno de los primeros lugares, pasaron gran parte de su día en una fila torturadora con inclemente sol.
Carmen Silva, fue una de las habitantes de El Tocuyo que estaba en la cola, la misma aseguró tener un tumor en el seno y además se encontraba con su hijo que tiene una condición especial, sin embargo decidió quedarse esperando, pues dijo que era la única manera de comprar.
“Nadie debería pasar por esto, ni ustedes ni nosotros”, expresó dirigiéndose a efectivos de la Guardia Nacional que se encontraban resguardando el lugar, en relación a la precaria situación alimentaria que viven los venezolanos.
La harina es uno de los pocos productos que reciben en la ciudad, la que además no solo debe abastecer a sus ciudadanos, sino a otra gran cantidad de personas que acuden de zonas aledañas para intentar obtener algún artículo.
Así lo denunció Hildemary Luna, madre de tres pequeños, que se vio en la necesidad de recorrer el largo trecho para lograr comprar la harina que le permita alimentar a sus hijos.
Luna dio a conocer que se les había ofrecido ser surtidos por las comunas de los bultos de harina que los comercios rechazaron, pero gran parte de la población se negó, pues destacan que las mismas tienen mala fama de acaparar productos y venderlos únicamente a quien les convenga.
“Aquí se está a nada de un estallido social porque de verdad cada vez es peor la escasez”, afirmó la ciudadana, exhortando también al presidente Nicolás Maduro a aceptar ayuda internacional o siquiera apoyar de manera real a la empresa privada, señalando que esta es la que actualmente abastece a la población, pues las marcas que compra el gobierno poco o nada se ven en las calles.
Sobre las alternativas que debe usar si no tiene harina, Luna dijo que anteriormente usaba maíz molido, pero el costo de éste aumentó demasiado como para comprarlo, igualmente sucedió con el pan, por lo que ahora debe hacer las largas colas como única escapatoria al hambre.
Trascendió el hecho de que la necesidad de los tocuyanos es tanta que desde hace un tiempo para acá, salen buses a las 2 de la madrugada, estos se dirigen a Barquisimeto cargados de personas que acuden a la ciudad solamente para comprar algunos productos, viaje que en algunas ocasiones es infructuoso, pues las personas ahora hacen colas desde días antes.“Aquí hay chavistas y opositores, todos pasando hambre”, fue uno de los comentarios realizado por el pueblo, quien además señaló a la inseguridad y la salud como otras precariedades que se viven en El Tocuyo.
Además de esto también se escucharon comentarios en contra del alcalde del municipio Morán, Teódulo Medina. Algunos ciudadanos catalogaron al mismo como “el principal bachaquero de la ciudad”, asegurando que trabaja en base a sus propios intereses y no los de la colectividad.
La larga cola generó muchas críticas y observaciones, entre ellas las de Rosa Escobar, habitante de Dos Caminos, quien aseveró que la solución a la crisis que se tiene en todos los sentidos es un cambio de gobierno. “Ya nadie le cree al presidente, debe salir él y toda su gente”, indicó.
A pesar de la gran cantidad de personas no hubo mayores actos violentos en la cola más allá de los ya habituales empujones. Al menos 80 efectivos de la Guardia Nacional se encargaron de mantener el orden y así lograr distribuir los más de mil bultos de harina que llegaron a la población. Los habitantes esperan que se regularice la llegada de otros productos, pues las necesidades son demasiadas.
