De la mano de la Fundación Educando para la vida, la Casa del Abuelo en Santa Rosa estuvo de fiesta. Los miembros, directivos y voluntarios de esta fundación se encargaron de ofrecer a más de 25 abuelos que son parte de esta casa. muchas atenciones.
El reacondicionamiento de las instalaciones y las mejoras que se necesitaba fueron parte de las actividades realizadas previamente, como por ejemplo: bote de escombros, pintura, reparación de mobiliarios, renovación de implementos de cocina, reparación de electrodomésticos. Además se llevó a efecto con mucho entusiasmo una jornada medica, servicio de peluquería, compartir navideño, almuerzo y actividades recreativas.
En opinión del Dr. Carlos Rodríguez esta fundación beneficia con su trabajo a las comunidades. “Este año decidimos tomar en cuenta este lugar que con muy escasos recursos brinda comida, comodidades y espacios para recreación; por tal razón planificamos todo esto con la firme intención de que los abuelos sientan que son los protagonistas; tenemos el apoyo de otras instituciones que se muestran sensibilizados por este tipo de labores”, agregó.
Con el apoyo de estudiantes de medicina y médicos especialistas realizaron una jornada en relación a los signos vitales, además de triaje, chequearon y valoraron las condiciones de quienes tienen allí su alergue, para una posterior referencia con médicos de la clínica Razetti que van a darles consultas gratuitas.
Para los abuelos estas iniciativas son muy significativas porque se sienten bien, comentan que les gusta mucho estar en ese lugar. La cara de alegría se notaba en cada uno de ellos. Mostraban mucha emoción. Son 21 años que lleva funcionando la Casa del Abuelo.
María Gabriela Landinez señala que la labor que cumplen es satisfactoria. “Nosotros realizamos cada año actividades como estas. Hicimos una inspección, un diagnóstico de las necesidades de la institución, y buscamos apoyo de organizaciones con miras a hacer realidad este momento tan anhelado. Trabajar para estas personas es un placer, de verdad”, agregó.
Son muchos quienes colaboran. “Tenemos nuevos retos e iniciativas y que hacen falta en la comunidad. Somos muchos, queremos brindarles ese espacio, ser el canal que les permita llegar a instituciones, el pajarito que los transporta y los deja cuando ya estén volando solos. Es un hermoso trabajo y siempre estamos dispuestos a ayudar”, dijo Carlos Salazar, directivo de la Fundación.
Inés Mujica: “Se dice facil”
“Gracias a un grupo de personas de la comunidad se dio la idea de brindar atención al adulto mayor, un espacio donde pudieran compartir con sus iguales. Es un hermoso programa social que lleva 21 años cargados de muchas experiencias maravillosas que hemos vivido. Somos muchos los que hemos trabajado, queremos conseguir una sede propia, porque ellos están bien pero pudieran estar mejor”
